Bienvenidos. .

Agradezco mucho tu interés. Tus comentarios enriquecen este espacio.

sábado, 11 de diciembre de 2010

DÍA 27.


DÍA 27. JEREMÍAS 35-52.



-         P R O M E S A S –


A)       La obediencia permite un pacto entre Dios y nosotros, para estar en su presencia y disfrutarla todos los días. (Sobre los hijos de Recab, que guardaron el mandamiento de su padre de no beber vino y habitar en tiendas, y la consiguiente bendición y promesa de Dios. Cap. 35).

B)       Cuando le honramos, él no lo ignora. Nos da promesa de vida y protección. (Sobre el eunuco que libró a Jeremías de la cisterna, y como Dios le prometió una bendición especial. 39:15-18).

C)       Y tú no temas, siervo mío Jacob, ni desmayes, Israel; porque he aquí yo te salvaré de lejos, y a tu descendencia de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará, y será prosperado, y no habrá quién lo atemorice.” (46:27).

D)       Tú, siervo mío Jacob, no temas dice Jehová, porque yo estoy contigo; porque destruiré a todas las naciones entre las cuales te he dispersado; pero a ti no te destruiré del todo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.” (46:28).

E)       Después de limpiarnos y pasarnos por la prueba, él promete que nos hará regresar a la bendición que gozábamos en él, antes de caer. (Cap. 49).

F)       Dios promete que, al terminar la prueba, nuestros pecados serán buscados, y no serán ya encontrados; porque los habrá perdonado y quitado. (50:20).

G)       Dios es justo, y aunque parezca que tarda el castigo de los que persiguen y afrentan su palabra, de quienes rechazan a Dios, al fin vendrá su juicio y ruina. (Sobre Babilonia. Cap. 50).

H)       Dios es nuestra venganza, y él mira todo el mal, par apagar por él a quién lo hizo y no ha corregido su camino, sino que persiste en ello. Pero nosotros no debemos contaminarnos mientras sufrimos, ni quitar nuestra confianza de Dios. (Cap. 51).

I)       Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos (…)” En medio del juicio y la destrucción profetizada, él sigue atento a nuestro clamor. (51:5).




-         D E S A F Í O S –


A)     Debemos ser fieles en anunciar lo que Dios ha puesto en nuestro corazón, ya que él nos protegerá, y podemos ser usados para que otros lo conozcan y se arrepientan. (Cap. 36).

B)     Debemos permanecer fieles a predicar su palabra, como Jeremías, quien aún encarcelado, puesto en una cisterna, pasando hambre y angustia, se mantuvo hablando la verdad de Dios. (Cap. 37 y 38).

C)     Dios nos da palabra de su bendición por la obediencia, pero también nos advierte de las consecuencias si no creemos en él. Debemos elegir obedecer, aunque nos sea difícil, por que de ahí vendrá la bendición. (Sobre el remanente, y la orden que Dios les dio de no ir a Egipto. Cap. 42).

D)     No debemos buscar protegernos de “Babilonia” entrando en “Egipto”. No es la voluntad de Dios que regresemos al lugar de donde salimos, sino confiar en Dios y sólo en él. (Cap. 43).

E)     No importa si hemos tenido “buenos resultados” haciendo lo malo; o si, apartados de Dios, nos ha ido “bien”. Él desea que nos arrepintamos, y lo busquemos intensamente, porque si continuamos alejados, él permitirá el castigo y destrucción, por causa de nuestra dureza de corazón y nuestro permanente pecado. (Sobre los que habitaban en Egipto, y no querían escuchar a Jeremías. Cap. 44).

F)     La soberbia y confianza en las personas y en las cosas de este mundo, serán quebrantadas por Dios, ya que solo en él debe estar puesta nuestra confianza. Si no confiamos en él de todo corazón, caeremos y seremos avergonzados. (Sobre la destrucción de Moab, a causa de su orgullo. Cap. 48).

G)     La rebeldía; confianza en lo material; en los hombres y su aparente poder; el alejarnos de Dios; persistir en nuestro pecado, alejados de él, traerán juicio y destrucción seguro; desolación y quebrantamiento a nuestras vidas. Debemos arrepentirnos y buscar solo el amor de Dios. (Sobre el juicio a todas las naciones de la tierra, y a los grandes imperios, para restituir a su pueblo. Cap. 47, 48, 49, 50).

H)     Toda la palabra de Dios se cumplirá. Debemos buscar su bendición, con obediencia y sometimiento a él. El castigo para los que permanecen alejados y rebeldes a él, es inminente. (Cap. 52).





SÁBADO ONCE DE DICIEMBRE, 2010. M. VÍCTOR G.

DÍA 26


DÍA 26. JEREMÍAS 16-34.


-         P R O M E S A S –


A)     “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Por que será como el árbol plantado junto a las aguas (…), ni dejará de dar fruto.” (17:7 y 8).

B)     La obediencia permite que nuestra vida encuentre plenitud; que Dios esté con nosotros, así como el cumplimiento de sus promesas. (Sobre el día de reposo. Cap. 17).

C)     Si nos arrepentimos, él detendrá el mal que por ley está dispuesto para el pecador. Nos bendecirá, y dirá la palabra para que seamos plantados firmemente, y tengamos bendición. (18:1-17).

D)     Él está atento y conoce de nuestro sufrimiento y aflicción, que sufrimos a veces por causa de haberle entregado nuestra vida. Nos protege de todo enemigo. (18:18-23).

E)     Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán (…).” (20:11).

F)     Dios nos ha permitido la vida, porque tiene un plan glorioso en nuestra vida. Aunque parezca que todo es sufrimiento, y nos pesa seguir el camino, Dios se levantará por nosotros, para darnos aliento y cumplir su bendición en nosotros. (Sobre los lamentos de Jeremías por causa de profetizar la palabra. 20:7-18).

G)     Dios desea nuestro bien, a pesar de toda nuestra maldad. Él ha prometido hacer que nos volvamos a buscarlo, proveer de su palabra y dirección en nuestra vida, y restituir todo nuestro bien, para que vivamos para él. (23:1-8).

H)     La obediencia puede causar dolor temporal, pero al final, promete que renovará nuestro corazón, y le conoceremos mejor. (Sobre la profecía de los higos buenos y malos. Cap. 24).

I)     Sus pensamientos y deseos, para nosotros, son de paz; para darnos el fin que esperamos en medio de la prueba. (29:11).

J)     Si aún en la prueba, persistimos en buscarlo, él promete que cumplirá su obra en nosotros, que lo invocaremos y el oirá nuestra oración; que lo buscaremos, y él será encontrado por nosotros, por que lo vamos a estar buscando de todo corazón. (29:11-14).

K)     Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Aún te edificaré, y serás edificada.” (31:3 y 4).

L)     Después del arrepentimiento y el sometimiento a Dios, él promete reestablecernos en todo lo perdido, y volver a bendecirnos en gran forma. (Cap. 30 y 31).

M)     Dios provee un nuevo pacto, a pesar de nuestro pecado: “Daré mi ley en su mente, y la ESCRIBIRÉ EN SU CORAZÓN; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” (31:33).

N)     Después de pasar la prueba con nuestra fe puesta en él, nos promete que todos le conoceremos sin necesidad de intermediario; porque perdonará nuestra maldad. (31:34).

O)     Después de todo el quebrantamiento y castigo por nuestras faltas, él volverá a bendecirnos; no seremos arrancados, ni ya jamás destruidos. (31:27-40).

P)     Como traje sobre este pueblo todo este gran mal, así traeré sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo.” (32:42).

Q)     “Clama a mi, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” (33:3).

R)     Tan seguro como Dios ha puesto el día y la noche, por medio de un pacto, así también con nosotros celebra pacto para restaurarnos y sanarnos; volver a prosperar nuestras vidas y perdonarnos hasta que llamemos su nombre en medio nuestro: Jehová, justicia nuestra”. (Cap. 34).



-         D E S A F Í O S –


A)     Cada decisión que tomamos y cada pecado en que vivimos, tienen consecuencias específicas. Si no nos encontramos con Dios realmente, y nos arrepentimos, tendremos que sufrir esas consecuencias, por nuestra rebeldía. (Cap. 16).

B)      Si nuestro pecado está grabado en nuestros corazones, entonces tenemos que buscarlo más y más, para que podamos entregarnos por completo a él, y nos sane, nos salve, por que nosotros solos no podemos. Nuestro corazón nos engaña, pero Dios habla verdad para que podamos ser sanados y servirle. (Cap. 17).

C)     Maldito el varón que confía en el hombre (…) y su corazón se aparta de Jehová (…), no verá cuando viene el bien.” (17:5 y 6).

D)     La desobediencia, contrario a lo que podemos pensar, lo único que trae a nuestra vida es destrucción y alejamiento de Dios. (Sobre el día de reposo y la necesidad de reestablecer su correcta celebración entre el pueblo. Cap. 17).

E)     Si le damos la espalda y decidimos seguir nuestro propio camino, en el día de angustia, tampoco seremos escuchados. Debemos permanecer firmes en su búsqueda. (18:1-17).

F)     Debemos tener cuidado de no estorbar la palabra de Dios y de hacer mal a aquellos que le aman y sirven con sus vidas. (18:18-23).

G)     Busquemos el arrepentimiento, ahora que nos encontramos a tiempo, aunque debamos ser quebrantados “como quien rompe una vasija”. (Cap. 19).

H)     Dios también tiene un plan para aquellos que han sido infieles en su liderazgo y en guiar a otros a Dios. Aunque parezca que tarda y que su autoridad sigue permaneciendo intacta, Dios les pedirá las cuentas de su actuar. (Sobre la profecía contra el sacerdote Pasur. 20:1-6).

I)     No tratemos de resistirnos, él es más fuerte y nos quiere “seducir” para que le sirvamos. Mejor utilicemos ese “fuego” que ha puesto en nosotros, para encontrarlo en medio de las dificultades. (20:7-18).

J)     Si en realidad queremos que Dios nos libre y nos ayude, debemos empezar por dejar de lado toda nuestra maldad y no persistir en hacerla. El verdadero arrepentimiento, cambia toda nuestra conducta y corazón, para bien. (Cap. 21).

K)     El hecho de no escucharlo, desobedecer su voz y alejarnos, tarde o temprano resultará en vergüenza y destrucción. (Cap. 22).

L)     No prestar atención a la falsa proclamación de la palabra de Dios, produce que conozcamos y vivamos bajo su verdad. (20:9-40).

M)     Por no escuchar atentamente su palabra, podemos sufrir castigo y corrección. (25:1-14).

N)     Debemos orar y humillarnos para alcanzar misericordia, cuando Dios desate su juicio contra todas las naciones y la maldad de este mundo. (25:15-38).

O)     La actitud correcta cuando nos señalan nuestro error, usando con sabiduría y fidelidad la palabra de Dios, no es la de enojarnos ni intentar apartar la palabra, por más dura que sea. Debemos corregir el camino y buscar a Dios desesperadamente. (Sobre las amenazas de muerte a Jeremías. Cap. 26).

P)     La palabra de Dios no siempre tiene que ver con nuestro deseo o pensamientos. Pero si siempre debe ser obedecida, por que al someternos, a pesar de nosotros mismos, encontraremos bendición. (Sobre los yugos y la profecía sobre el sometimiento voluntario a Babilonia, para la futura restauración. Cap. 27).

Q)     Nuestro deseo de paz y triunfo, debe llevarnos a obedecer la verdadera palabra de Dios, cuando Dios no tiene planeado aún darnos descanso. Debemos permanecer fieles, aunque cueste trabajo. (Sobre la falsa profecía de paz que dijo Hananías, y como murió. Cap. 28).

R)     Cuando Dios nos castiga, es porque nuestro pecado está muy arraigado, y necesita limpiarnos. Por eso permite la aflicción, par que volvamos a buscarlo, y tengamos libertad en su amor. (Cap. 30 y 31).

S)     La desobediencia, nos pone en afrenta delante de Dios, pues estamos demostrando rebelión. Debemos atender su palabra, para que no tenga que hablarnos más fuertemente, y aún corregirnos. (Cap. 34).




VIERNES DIEZ DE DICIEMBRE, 2010. M. VÍCTOR G.