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domingo, 5 de diciembre de 2010

DÍA 21.

DÍA 21. ESDRAS, 6-10 y NEHEMÍAS.



ESDRAS, 6-10.


-         P R O M E S A S –

A)    Cuando hemos invertido nuestra vida en buscar a Dios y conocerlo más, entender sus preceptos y aceptar su ley, él nos promete gracia delante de los hombres, para que cumplamos el propósito que tiene para nuestra vida. (Sobre Esdras y el rey Artajerjes de Persia. 7:6).

B)    Dios utiliza personas consagradas  para tocar otras vidas, y que su propósito sea cumplido. Él pone su mano sobre nosotros para fortalecernos. (Sobre la carta con que Artajerjes envió a Esdras a su país y ante los demás gobernantes del imperio, para que le permitieran y aún ayudaran a cumplir su misión de enseñar la ley de Dios. Cap. 7).

C)    (…) y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del asechador en el camino.” (8:31).

D)    Con Dios tenemos asegurado el cumplimiento de sus promesas. Solo su presencia y amor nos deben ser suficientes para seguir caminando. (Sobre Esdras y el grupo con el que fue enviado de vuelta a Jerusalén, viajando 5 meses por el desierto, llevando consigo oro y demás objetos de valor, y como fueron cuidados por Dios sin necesidad de soldados acompañándolos. Cap. 8).




-         D E S A F Í O S –


A)    Debemos, como Esdras, preparar nuestro corazón para buscar a Dios, con la firme convicción  de obedecer lo que nos revele. (7:10).

B)    Debemos confiar en Dios totalmente. Él tiene dominio sobre todos los reinos, autoridades y corazones de esta tierra. Él nos puede dar gracia y usarnos con poder para impactar a otros y que nada nos estorbe. (Sobre el rey Artajerjes, y como la gracia de Dios estuvo con Esdras frente a este rey. Cap. 7).

C)    Acompañar nuestra fe con las acciones necesarias para demostrarla. Buscar intensamente la aprobación y ayuda de Dios en lo que decidamos hacer, por ejemplo, a través del ayuno. (Sobre Esdras, diciendo al rey que confiaba en Dios y que Él los defendería, y actuando acorde a esa fe, no pidiendo tropas ni soldados del reino para que los acompañaran en su viaje, sino ayunando y confiando en Dios. 8:21-23).

D)    Debemos llamar pecado a aquello que Dios tiene catalogado de esa forma, y no permitir que nuestra convicción ceda por el hecho de que la mayoría ya no le llama pecado, ni por que las autoridades lo permiten y aún lo practican. (Sobre Esdras, denunciando el pecado del pueblo que había regresado recientemente del cautiverio en Babilonia y Persia. Cap. 9).

E)     Si estamos sufriendo castigo, debemos saber que es algo justo, por nuestra rebelión y pecado, pero también debemos saber que Dios está buscando darnos una nueva oportunidad, si nos arrepentimos y nos apartamos de lo que nos hace daño, siguiéndolo con más fuerza y buscando su voluntad. (Sobre Esdras, confrontando al pueblo con su pecado. Cap. 9).

F)     La transformación y el impacto que hemos de causar en los demás, comienza con un corazón quebrantado y consagrado a Dios; sabiendo discernir la verdad, en medio de la confusión y el pecado. (Sobre la multitud que se juntó alrededor de Esdras, mientras éste oraba y lloraba, a causa del pecado y la rebeldía de todo el pueblo. Cap. 10).

G)    Ahora, pues, hagamos pacto con nuestro Dios, (…); y hágase conforme a la ley.” Debemos dejar de lado nuestros “gustos” o comodidad, y someternos. (Sobre el arrepentimiento del pueblo, acerca de haber tomado mujeres extranjeras que los seguían corrompiendo en su adoración y búsqueda de Dios. 10:3).

H)    Después del sincero arrepentimiento y la decisión de corregir el camino, nos queda llevar a cabo aquellas decisiones, por más radicales que sean, con el propósito de no seguir pecando. (Cap. 10).

I)       EL pecado debe tratarse de forma personal, y las decisiones corresponden a cada alma en reconocimiento ante su creador. (Sobre la lista detallada y con nombres de aquellos que “habían tomado mujeres extranjeras”. 10:18-44).




NEHEMIAS.


- P R O M E S A S -

A)      Dios quiere que creamos y aceptemos sus promesas. Debemos decirlas en oración, no por que necesite que se las recordemos, sino para que el note que nosotros las deseamos realmente, creemos en ellas, y estamos dispuestos a comprometernos en lo que represente su cumplimiento en nuestras vidas. (Sobre la oración de Nehemías. Cap. 1).

B)      Aún cuando hemos caído, Dios promete que, si nos arrepentimos, él nos escuchará, perdonará y nos restaurará con su bendición y amor, para que termine en nosotros su propósito. (Cap. 1).

C)      Estar seguros, por que Dios nos cuida y pone su bendición sobre nosotros, y permitirá que terminemos aquello que hemos emprendido para su gloria. (Sobre Nehemías ante el rey, pidiéndole permiso para regresar a reedificar su ciudad natal. 2:1-10).

D)     Dios pelea por nosotros cuando estamos ocupados en encargarnos con fidelidad en su obra. (Cap. 4).

E)      Dios mira nuestro corazón, la forma en que actuamos para él, y como tratamos a nuestros semejantes, para bendecirnos por haber creído en sus mandamientos y vivir para honrarlo. (Cap. 5).

F)       Él promete que, a pesar de todas las adversidades, si persistimos firmes y confiando, terminará la obra que ha comenzado en nuestras vidas. (6:18).

G)     (…); no os entristezcáis, por que el gozo de Jehová es vuestra fuerza.” (8:10).

H)     Él cumple su palabra, por que es justo y nos ama. (Sobre la historia de los judíos, recordada por el pueblo. 9:8).

I)        (…) pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.” (Sobre la historia del pueblo judío, y como Dios les había perdonado y seguía cumpliendo sus promesas y propósito en ellos, a pesar de su pecado y rebelión. 9:17b).

J)       Él nos da “pan del cielo” en nuestra hambre, y en nuestra sed, nos saca “aguas de la peña”. (9:15).

K)     Nuestro corazón se alegra en su presencia. (Sobre la dedicación del muro, entre los coros y los sacerdotes, con la alegría de todo el pueblo. Cap. 12).

L)      “Acuérdate de mí, Dios mío, para bien.” (Nehemías. 13:31).




-         D E S A F Í O S –



A)    Debemos buscar a Dios para que ponga en nuestro corazón lo que quiere que realicemos. Una vez que nos ha dado instrucciones a través de su palabra, y su paz para realizar dicha actividad, debemos obedecer con fe y valentía. (Sobre Nehemías y la reedificación de los muros de Jerusalén. Cap. 2).

B)    Esforzarnos y ser fieles en cumplir nuestra parte del trabajo. Contribuir con aquello que podemos, y con fe buscar dar aún más de nuestro alcance. (Sobre los trabajos de reedificación de los muros, y la actitud de quienes se involucraron. Cap. 3).

C)    Es necesario trabajar y en ningún momento descuidar nuestra “defensa” más importante, que es la espiritual. Debemos estar conscientes de los enemigos y quienes se oponen a que logremos los objetivos, pero sin dejar de trabajar; confiando en Dios y permaneciendo alertas. (Cap. 4).

D)    “Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada.” (4:17).

E)     Debemos actuar con justicia para los demás y ser congruentes con nuestra fe y lo que hacemos, decimos, enseñamos y vivimos diariamente. (Sobre Nehemías, haciendo justicia al pueblo, aboliendo la usura, y desempeñando dignamente su cargo como gobernador, sin buscar su beneficio; actuando siempre con conciencia de Dios y sus mandamientos. Cap. 5).

F)     “Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos.” (Sobre Nehemías, en medio de las burlas de sus adversarios, buscando su mal. 6:9).

G)    Nuestra mirada debe estar fija en Dios y sus promesas, para no ser intimidados ni desviados de la tarea. (Sobre Nehemías, y como sus adversarios y profetas falsos, trataban de desviarlo de la obra, aún con miedo, pero sin éxito. 6:10-14).

H)    Debemos atender con todo nuestro corazón y sentidos, la palabra de Dios, para entenderla y poder vivirla. (Sobre el pueblo, atendiendo la lectura del libro, por medio del sacerdote Esdras. Cap. 8).

I)       Restaurar su ley en nuestros corazones y vidas. (Sobre la fiesta de los tabernáculos, celebrada por el pueblo, según lo escrito en la ley, después de muchos años de haber abandonado dicho ritual. Cap. 8).

J)      Debemos tomar con seriedad el análisis de nuestra vida y de cómo Dios nos ha acompañado, confesando nuestro pecado para volver a Él, y agradeciendo en todo momento su amor y gracia en nosotros. (Cap. 9).

K)    Debemos acercarnos a él con corazón honesto, reconociendo todo el mal y rebelión de nuestra vida, entendiendo que Él ha sido justo, y que su misericordia ha sido en abundancia para nuestra vida. Si nos encontramos afligidos, él escuchará, por que quiere librarnos. (cap. 9).

L)     Una vida transformada, honra a Dios en cada área, ya que entrega todo el ser para cumplir la voluntad de Dios. (Sobre todas las cosas que el gobernador Nehemías, los sacerdotes, levitas y el pueblo, pactaron con Dios, respecto a lo que estaba ordenado en la ley que leyeron y entendieron. Cap. 10).

M)  Dios espera que seamos fieles en restaurar, restituir y entregar cada área de nuestra vida, ya que le pertenece. (Sobre la restauración que todo el pueblo estaba haciendo, junto con sus líderes, de las cosas de Dios. Cap. 10, 11 y 12).

N)    Debemos tomar una posición radical en aquellas cosas que, por nuestra propia debilidad, comprometen nuestra vida y obediencia a Dios. (Sobre las reformas de Nehemías. Cap. 13).

O)    Alejarnos de todo lo que nos pueda desviar o hacer caer, entregando a Dios el control de nuestra vida y actuando con sumisión y obediencia ante Él. (Cap. 13).




DOMINGO CINCO DE DICIEMBRE, 2010.  M. VÍCTOR G.