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sábado, 23 de octubre de 2010

RAICES PROFUNDAS.

JOB 1:13-22. UN CARÁCTER SOLIDO EN MEDIO DE LA TRAGEDIA: ESCOGER EL CAMINO DE VIDA. PARA TODA LA VIDA. (Parte 2 de 2)

“13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito,
14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,
15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.
16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemo las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.
17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia.
18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;
19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.
20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

RAICES PROFUNDAS: EL SECRETO DE UN CARÁCTER INVENCIBLE.

Del versículo 13 al 19 (Job 1), se narran tragedias que acontecen en la vida de Job, relatadas por personas que trabajaban para él o sus hijos. Entonces, inmediatamente después, encontramos una actitud sorprendente. En este estudio trataremos de encontrar la razón. Primero, vamos a recordar un poco lo que vimos en el estudio pasado, que fue la primera parte de esta misma idea, pero ya sin tratar de analizarlas a profundidad, sino ahora encontrar bendición en la reacción ante tales circunstancias.
Las tragedias que suceden, súbitamente, en la vida de Job son las siguientes:

                = Le roban propiedades, consistentes en herramientas de trabajo, y le reducen recursos humanos (bueyes, asnos, criados)
                = Fuego consume su ganado, la base de su comercio probablemente, y a sus criados.
                = Le asesinan más empleados y le dejan sin medio de transporte y carga –camellos-.
=Gran parte de su familia, ya que “casualmente” estaban reunidos todos sus hijos en casa del mayor, y todos mueren junto con empleados y más conocidos.

En un instante, sin previo aviso, sin como meter las manos, Job pierde:
-          Herramientas de trabajo;
-          Propiedades para comerciar;
-          Herramientas para trabajar y hacer producir la tierra;
-          Medios de transporte y carga;
-          Familia;
-          Empleados, gente que lo estimaba y servía, amigos probablemente muchos de ellos;
-          Bienes inmuebles o materiales, como casas, construcciones, establos, graneros probablemente;
-          Su status social, ya que en la época y lugar donde Job vive, la prosperidad se media en la cantidad y calidad de ganado -mayor y menor-, y además en el número de miembros de la familia.
-          No puedo decir que pierde su identidad (gracias a Dios), ya que estaría contradiciendo a la misma biblia, como mas adelante veremos.
Las peores noticias que cualquiera pudiéramos imaginar, le llegan una tras otra, en un lapso breve de tiempo, por personas dignas de confiar en su palabra (recordemos que trabajaban para él).

De ser  “el más grande de todos los orientales” (Job 1:3), pasa a ser un desempleado, desposeído, sin inversión, sin aquello que tanto trabajo le había costado levantar; y lo más grave de todo, una situación que va aun en contra de la naturaleza misma, pero que acontece sin remedio: es el padre quien tiene que enterrar a los hijos, cuando sabemos que debería ser al revés.

Reconozcamos un poco el impacto que pudo esto causar, sin que lo logremos comprender del todo, ya que no podemos ponernos en sus zapatos:
-          Impacto social: su posición, su trabajo;
-          Existencial: lo que se había esforzado por lograr, lo que tenia, sus planes, sueños, metas, se ven truncados;
-          Económico: su ingreso se bloquea completamente; sus gastos crecen de una forma desordenada;
-          Emocional: El solo pensamiento de empezar de nuevo, perder lo que con sacrificio habías fundado, y la familia que habías formado;
-          Familiar: 10 hijos son los que pierde, probablemente ya con familia cada uno, pues no vivían con él, impacto humano, natural y afectivo de completa devastación y dolor, sin razón aparente.
Alguien que quiera estar en esa situación?
Pero si Job mismo no se tomo el tiempo para dejar que el dolor lo invadiera y sintiera lastima por su situación, tampoco nosotros lo vamos a hacer; así que estudiemos la reacción de este hombre ejemplar para encontrar vida y triunfo en medio de la prueba.

REACCION INICIAL DE JOB.
Verso 20: “entonces Job:

A)     “SE LEVANTO… ya de entrada, con esta decisión, encuentro varias actitudes que tuvo que ignorar, y que también eran posibles, como por ejemplo:
                                                                                                                                                  i.       No levantarse;
                                                                                                                                                ii.      Deprimirse;
                                                                                                                                              iii.      Culpar a dios;
                                                                                                                                               iv.      Culparse a uno mismo;
                                                                                                                                                 v.      Culpar a los demás;
Que decisiones tomamos nosotros ante situaciones críticas en nuestra vida? Comienzo por mí, claro está, con las que he puesto líneas arriba; pero cada uno de nosotros siempre vamos a tener la oportunidad de levantarnos, con el Poder que Dios solamente puede darnos, por Su gran amor.

B)      “RASGO SU MANTO… Símbolo de aflicción, tristeza. Por Dios hermanos, estamos hablando de un ser humano, no de un ser incorpóreo, que no está sujeto a este tipo de experiencias. Tal como el hombre que es, lo tenemos aquí en una representación de su debilidad y tristeza naturales ante tal situación;

C)      “RASURO SU CABEZA… Otra representación más del nivel en que Job se siente; sin respuestas, con vergüenza, tristeza, y por eso es que busca exteriorizarlo de todas las formas posibles: en su cuerpo, ropa, actitud. Recordemos el valor que se le da al cabello en aquellas culturas, como por ejemplo, signo de autoridad, de nivel económico; como un voto, como símbolo de belleza. Aun en nuestros días es así, y por ello, Job recurre a esta decisión por lo desfallecido de su ser;

D)     “SE POSTRO EN TIERRA… Con esta decisión, Job nos deja ver que reconoce una necesidad en su interior, necesidad de consuelo, de ayuda en medio de la prueba que recién iniciaba. Se vale abatirnos por la tristeza; se vale llorar, gritar, hasta reclamar a Dios. No se acuerdan de Elías? Como, en el camino a Horeb, le pide a Dios: “mejor quítame la vida”… no quiero ni referirme al Rey David, porque no acabaría de transcribir todas las veces que, haciendo uso de su relación tan intima con Dios, le expresa su dolencia hasta con reclamos y tristeza extrema. Nuestro mismo Señor Jesucristo, sabiendo que su Padre le escuchaba, le pedía “que pase de mi esta copa”, sabiendo aun que era su destino, pero gozaba también de esa intimidad, de ese conocimiento de que Su padre lo escuchaba y lo comprendía; pero confiaba también que El mismo le daría fuerza al decidir obedecerlo.  Que tal en la misma cruz, cuando grito: “…por que me has desamparado?”  No cabe duda que, producto de una relación tan cercana con Dios, se vale traer ante el nuestro dolor, hasta el grado de postrarnos en tierra; pero… se vale quedarnos ahí?...;


UNAS RAICES MAS FUERTES QUE LA TEMPESTAD: EL SECRETO DE UN CARÁCTER CRISTIANO.

E)      “Y ADORO…Después de todo, al final de que has expresado todo tu sentir, tu frustración, enojo, tristeza… debemos levantarnos en Fe.

Mira como dice el sabio Salomon:
20:4 El perezoso no ara a causa del invierno; 
Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.”
                Aquí encontramos a un Job que, no obstante el invierno que experimentaba, pudiendo y teniendo todo de su lado para mostrarse “perezoso”, quedarse derrotado, deprimirse y alejarse de Dios, sabe que es el momento preciso para demostrar todo aquello que se hablaba de El, todo aquello que se esperaba de Él, todo aquello que se había presumido de Él. Es aquí, y no en medio de la prosperidad y felicidad, donde el carácter de este justo, debía sacarlo a flote, por la Fe en su Redentor, y no por fuerza propia.
Quien nos podrá separar del amor del Señor…” profesaron, en sus distintos tiempos, el Salmista y el Apóstol, y aquí Job se aferra a esa verdad.
Déjame ponerlo de la siguiente forma: tenemos derecho a llamarnos Cristianos, o a decir con tu boca que confías en Dios, solamente cuando, aun dentro de la peor situación de tu vida, reconoces a Dios y le A D O R A S. No nos quedemos en la derrota, busquemos al único que nos puede dar respuesta y consuelo.

Por último, cerramos con el verso 21, una declaración hermosa y contundente, proveniente de lo más intimo y sincero del corazón de Job, y no como una actitud religiosa e indolente como algunos pudieran verlo.
“21 Jehová dio, y Jehová quito; sea el nombre de JEHOVA bendito.”
Muy personalmente, considero que, sin estos 2 versículos últimos que hemos estudiado, en conjunto (20 y 21), todo el libro de Job carecería de lógica, de sentido y de un fundamento sólido para intentar hoy, siquiera, aplicarlo a nuestras vidas.
Sin estos 2 versos, podríamos pensar que Job es un indolente, un loco, que ha perdido la razón, tal vez hasta podríamos imaginarnos que en este punto, ya no le importaba su familia; o que simplemente es un hombre frio, materialista.
Pero después de un sincero análisis de estas reacciones, actitudes y palabras pronunciadas por este hombre, encontramos un fundamento hermoso de su Fe, su esperanza, y del origen de esa fuerza que le hace, casi obligadamente, seguir en pie, cuando todo el entorno indica exactamente lo contrario; cuando lo más fácil y “lógico” para un hombre en esta condición, hubiera sido no levantarse jamás.

He escrito sobre este personaje, tal vez hasta con admiración, con seguridad y hasta con deseos de imitarlo; pero aquí encontramos que él, por si mismo, no hubiera podido, aun que quisiera. Dios también espera ver en nosotros un paso de Fe, y decir “ME LEVANTO”, entendiendo que por nosotros mismos sería imposible, pero definiéndonos y buscando de Él; esta actitud es la que mueve a Dios a intervenir, cuando nuestra fuerza ya se ha terminado, y precisamente cuando El va a ser glorificado: “sea el nombre de Jehová Bendito.”
A Dios no lo mueven nuestros muchos gritos, lloros, lamentos, ni tampoco ofrendas, sacrificios… Dios es movido a intervenir en nuestras vidas cuando observa un ser humano intentar lo imposible, ir en contra del mundo y la situación que le rodea, manifestando su Fe en Dios y honrándolo en medio de la prueba.

ELIGE EL CAMINO DE VIDA.

Si alguien en la historia se podía quedar en el piso, ese era Job… pero los ojos puestos en su Salvador y, el hecho de conocer la clase de Dios que tenia, nos da un ejemplo de arrebato y valentía en la vida Cristiana; necesaria y vital en estos días también.

La Dra. Susana Chow, a quien conocí en la Iglesia Bautista Horeb del D.F., define la vida cristiana (siempre fundamentándose en la Biblia) como “una paradoja;, y recuerdo mucho como nos decía que, es una vida en la que hay que “ser humildes para ser exaltados”, “perder la vida para encontrarla”, y nos enseñaba que, en cada decisión que íbamos tomando a través de todas estas paradojas, íbamos a ir alcanzando madurez, pues íbamos dejando atrás las “constantes”  como ella decía, y comenzábamos a manejar las “variables”, mostrando nuestra madurez con cada decisión en medio de lo desconocido y nuevo. Aquí vemos un hombre, que había gozado toda su vida de una constante: bienestar, trabajo bien hecho, respeto a los demás, prosperidad, salud. De repente, Dios decide permitir una variable en su vida; y la reacción que tiene este tipo nos deja asombrados y deseosos de encontrar, como él, la fuente de su fuerza: levantarse cuando todo te invita a quedarte caído.
Aquel que se levanta cuando todo está a favor o cuando tiene la posibilidad marcada de hacerlo, simplemente está siguiendo una Ley física de inercia.
Aquel que se levanta cuando el contexto te trata de obligar a quedarte caído, glorifica y honra a Dios con esa inesperada acción.

Pero, el secreto, está siempre en las raíces: En el hecho de un día, definirnos y tomar la decisión:

“21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.”  1ra de Reyes 18:21.

Ojala nosotros si podamos responder palabra; y pongamos nuestro fundamento en Dios, y nos definamos para gozar de esa Fe inquebrantable.

Víctor Guzmán. Octubre 23, 2010.

domingo, 17 de octubre de 2010

JOB 1:13-19. UN CARÁCTER SOLIDO EN MEDIO DE LA TRAGEDIA: ESCOGER EL CAMINO DE VIDA… PARA TODA LA VIDA. (Parte 1 de 2)

“13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el "primogénito,
"14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de "ellos,
"15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente "escapé yo para darte la noticia.
"16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemo "las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.
"17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y "arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y "solamente escapé yo para darte la noticia.
"18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y "bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;
"19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó "sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia."

LA CLASE DE LUCHA QUE ENFRENTAMOS.

Vamos a poner esto claro. Si ya hemos dicho que estamos en una batalla, no hay razón para creer que va a ser una fácil, tomando en cuenta las partes involucradas y aquello que está en juego. Se trata de la lucha por el trono situado en el corazón de cada hombre y mujer, en todos los tiempos, en todos los lugares. Ya dijimos que Dios valora cada individuo en lo particular, y vimos también una misión colectiva (la iglesia), reflejada en la vida de este hombre. También nos percatamos que, el enemigo, teme a cada hombre y mujer en lo particular, por el poder que Dios puede desatar desde sus corazones; y que, de igual forma, tiene planes para destruir la unidad y armonía en la iglesia, un cuerpo de creyentes donde Dios produce un poder sin límite, según el versículo que estudiamos de Mateo 16.

Ya en materia, quisiera resaltar el hecho de que son los SABEOS y los CALDEOS, dos instrumentos usados por el enemigo, y permitidos por Dios, para causar una parte de las tragedias con las que el enemigo intenta apartar el corazón de Job del Dios en quien confía.

SABEOS Y CALDEOS: EL INSTRUMENTO HUMANO DEL ENEMIGO.
Son dos culturas, en las que no soy experto, pero que evidentemente no pertenecen al pueblo de Dios, ni son referidos en la biblia como naciones que busquen y sometan su voluntad al único Dios verdadero. Por el contrario, no es la única ocasión que son citados en la biblia, y por otros pasajes podemos descubrir su idolatría, pecaminosidad, oposición al pueblo escogido por Dios, y aun respecto de los caldeos, tenemos juicios directos por parte de Dios debido a la corrupción e inmoralidad en que vivieron.
De los sabeos conocemos poco menos, aunque me llama la atención que la reina de este lugar visita al Rey Salomón posteriormente, debido a su gran fama, para “clavarle el diente” como diríamos en el vulgo, y con el corazón de condominio que tenía el tipo, seguramente que vivieron un romance lindo y no fue, a mi humilde parecer, de las que desviaron el corazón de este sabio Rey, como relata 1ra de Reyes 10 y 11. Si era de una nacion pagana, pero su actitud fue correcta. Jesús mismo hace alusión a ella en Mateo 12:42, diciendo que esta reina condenará en juicio a aquellos que Lo rechazaban mientras El estaba aquí predicando el reino de Dios, debido a que fue desde lejanas tierras a escuchar la sabiduría de Salomón, y por lo tanto, buscando de ese Dios que se la dio, y por Quien su fama se había extendido por toda la tierra; contrario a los fariseos con quienes discutía Jesús, quienes a pesar de encontrarse frente a uno que es “más que Salomón”, demandaban señal por el pecado y rebeldía de su corazón.
Pero ella fue una excepción de su pueblo, y a donde quiero parar con toda esta explicación es en el hecho de que Dios, como vimos en el estudio anterior, no quiso ser partícipe de las desgracias de Job, aunque le permitió a Satanás hacerlo,  y es este último quien se vale de sabeos y caldeos para sus planes. La enseñanza a rescatar es la siguiente:
Cuidado hermanos en prestar nuestras vidas a hacer mal a otras personas. Un verdadero hijo de Dios experimenta, al menos, tres distintos modos de sufrimiento: 1) Una llamada de atención, castigo o disciplina por parte de Dios (los que no estén de acuerdo con esta idea, lean bien sus biblias y dejen de lado su cristianismo “apapachador”, que solo nos hace más débiles), cuando se está saliendo del camino;  2) de otro lado, ataques francos y directos por parte del enemigo (como estamos viendo en la vida de Job); y 3), una forma de prueba más, que es sufrimiento por la Fe en nuestro Señor Jesucristo, como puede ser persecución, soledad, enfrentamientos y casos similares, ya que recordemos siempre, “NO SOMOS DE ESTE MUNDO” (Juan 15:18 en adelante).
Un cristiano tibio, sufre por su propia inclinación al pecado, sin que sea Dios quien lo prueba, sino su “propia concupiscencia” (Santiago 1:14), no sufre por causa de Dios, sino por causa de sus malas y continuas elecciones hacia el pecado y una vida egoísta y sin dar el control absoluto a Dios de cada área de su corazón.
 En el caso que aquí nos ocupa en la vida de Job, ni está Dios ejerciendo una especie de prueba en la Fe de este justo, ni tampoco sufre Job por su mediocridad espiritual. Sigo insistiendo, este hombre, por el carácter firme en su Salvador, es puesto por Dios mismo como provocación a las fuerzas del enemigo; es el botín que Dios apuesta para probar que SI puede haber hombres “…que se entregan por la Fe; cuyo lema es: “Seguir a Jesucristo hasta la muerte”; cuya fuerza es: estar enamorados del Señor, (…)” (cita de Gilberto Gutiérrez Lucero, en “No sueltes la cuerda”). Entonces, no hay razón para pensar que no se trata, en este caso en particular, de un contraataque enemigo 100%, claro, con la vigilancia y aceptación de Dios.

COMO CRISTIANO, NO DEBEMOS SER INSTRUMENTOS PARA AFECTAR LA VIDA DE HIJOS Y SIERVOS DE DIOS. DIOS NOS PUEDE USAR PARA CORREGIR A UN HERMANO, PERO NO PARA DESTRUIRLO. SI CAEMOS EN ESTE SEGUNDO SUPUESTO, SEGURAMENTE NO ESTAMOS SIENDO INSTRUMENTOS DE DIOS.

VIENTO, FUEGO, EL FILO DE ESPADA: INSTRUMENTOS DE CONFUSION Y DESTRUCCION.


Repito entonces, cuidémonos hermanos de no estar siendo “sabeos y caldeos” en la vida de alguien, o creyendo que si desciende fuego del cielo, es siempre mandado por Dios y como aviso hacia una vida de pecado. Puede ser que el cristiano al que estemos criticando o tratando de destruir, sea el General encomendado por Dios para destruir el mal; y si es así, entonces obviamente que le van a tocar ráfagas enemigas; obviamente que va a recibir intento de destrucción.
Otra prueba de lo que estoy argumentando aquí, es el viento del desierto; es decir: de la nada, del despropósito. Si Dios va a traer viento arrasador, es de su misma presencia, y por eso mismo, con un propósito firme y que te va a revelar en el secreto de tu corazón o a través de un hermano que este poniendo más atención que tu, para regresarte al camino. No tiene Dios necesidad de traer “viento del desierto” (símbolo de nada, del despropósito, de la sequedad), para corregir tu vida. Como ya he dicho, debemos sentarnos y valorar cada situación en nuestra vida, y clasificarlas entre castigo o disciplina Divina; sufrimiento por el propio pecado y desvío del plan de Dios; y un tercer rubro, que consiste en ataques enemigos en la guerra espiritual que hemos desatado al decirle a Jesús: te abro la puerta de mi sucio corazón; cena conmigo, y transfórmame por completo, cada día de mi vida.
Esta declaración pone en alerta las fuerzas contrarias, ya que mientras estamos pasivos, tal vez no haciéndole mal a nadie, pero tampoco bien; sin Cristo como centro de nuestra vida, pues el enemigo no tiene por qué preocuparse por nosotros. Al contrario, si hacemos dicha declaración de Fe y convicción, ten por seguro que te has parado en el centro del campo de batalla de tu vida, y has gritado “estoy del lado de Dios”. Adivina que… vas a ser atacado y blanco de destrucción.
Ahora, vamos a pensar en lo siguiente:
De los cuatro criados que sobrevivieron a las desgracias, dos de ellos vinieron con las siguientes versiones:
a)      Fuego de Dios cayó del cielo: Aquí nos encontramos con una tremenda confusión en la apreciación. Nosotros ahora sabemos que no era fuego de Dios, pero a este, que lo presencio en vivo y a todo color, solo le alcanzo para decir que Dios había sido el autor de esta desgracia. Así nos vamos a encontrar personas en nuestro caminar cristiano, que culpan a Dios por el hambre, la maldad, la pobreza, los desastres naturales y la destrucción del ser humano. No significa que algunas veces no provengan de Él, sino que debemos pedir sabiduría para saber en que rubro clasificar nuestras experiencias. Si conocemos el motivo y origen de cada cosa, entonces podremos enfrentar las experiencias de una forma responsable; sabremos como orar a Dios; sabremos que área corregir o entregar a Dios; y sabremos cómo encontrar consuelo y fuerza para sobreponernos a ellas. No hagamos caso a las voces que tratan de explicarnos el por qué, sino escuchemos la voz de Dios hablando en medio de cada situación.

b)      Un gran viento vino del lado del desierto: Este pobre ya no pudo ver lo duro, sino lo tupido. Ni siquiera se puede aventurar a dar una explicación a Job de las cosas, solamente narra lo que su vio y no se apresura a decir de donde, como, quien o por qué?.  Así también nos vamos a topar con personas, confundidas y apaleadas por el transitar de su vida, y al igual que el tipo de personas anteriores, necesitan urgentemente una respuesta sólida y convincente de parte de un hijo de Dios.

c)       Por último, el filo de espada. Que culpa tenían los hijos de Job y sus criados? Suponiendo, sin conceder, que Job estuviera siendo sujeto del juicio de Dios, no hay razón para que Dios desatara tanto mal sobre su vida. Bien sabemos que “… el alma que pecare, esa morirá.” (Ezequiel 18:4), y no pagan los hijos por los pecados de los padres, en forma tan directa como aquí vemos. Otra razón más para entender que, al menos en este pasaje de Job, no se trata de un juicio divino, sino de estrategia del diablo.

Podemos notar la malicia y alevosía con que el enemigo está jugando sus cartas? De todos los acontecimientos narrados, deja ir, con toda la alevosía posible, a SOLAMENTE UNO de los presentes en cada tragedia, para que vaya y clave una flecha en la vida de Job. No cabe duda que estamos en plena guerra; más nos vale estar preparados y firmes en el Señor para lo que venga en nuestras vidas.

APLICACIÓN.
-          Más vale que si va a descender fuego del cielo, sea para quemar nuestro propio pecado y rebelión. Me encantaba cuando en el grupo de Conexión McKinney, cantábamos “fuego de Dios, quémame hoy, purifícame y lléname otra vez…”, y vaya que lo necesitamos. En lugar de equivocarnos como los discípulos (Lucas 9:54), pidiendo que descendiera fuego de Dios y consumiera a quienes rechazaron a Jesús, queriendo repetir lo que hizo Elías ante dos capitanes de cincuenta, que le fueron a pedir que descendiera a sanar al Rey Ocozías (2da Reyes 1:9-16), pero con una motivación equivocada, pues el hijo del hombre había venido, en esa ocasión, para salvar, no para condenar. Ya habrá tiempo para el juicio y ya habrá tiempo para mas fuego consumidor (Apocalipsis 20:9) Mientras tanto, solo nos toca pedir fuego, pero para purificar nuestra vida.

-          Debemos identificar, en nuestras propias vidas, el propósito de cada prueba, sufrimiento y experiencia. No todos encuadran en lo mismo, pero mientras estemos tomados de la mano de Dios, y amándolo con todo nuestro corazón, “todo ayuda a bien” (Ro. 8:28)

Pero si debemos descifrar de que se trata, para saber cómo pedir, que corregir y como salir con triunfo. 

CIERRE DE 1RA PARTE.
El modo en que Dios trabaja no es mandandote mal, el intenta de muchas formas hablarte, desde tu corazon, a traves de familia, hermanos, amigos, circunstancias que te permite experimentar; pero seguramente que cuando no entendemos, Dios lo va a hacer mas fuertemente. En el caso de Job no podemos decir que estaba bajo pecado, y por eso sufrio el castigo, sino que se trata, como hemos dicho, de una batalla por su vida. En que nivel nos encontramos cada uno de nosotros? Estamos sufriendo por nuestra necedad? O estamos en el campo de batalla poniendo la vida por agradar a nuestro Dios?

No conozco a nadie, absolutamente nadie, que haya experimentado este nivel de tragedias, una tras otra, en rubros tan importantes como en la vida de Job. Creo, con seguridad, que Dios permitió todo esto en aquella ocasión, para dejarnos una enseñanza muy completa sobre el carácter de Job, los atributos de Dios y las estrategias del enemigo. Creo que Dios demuestra en nuestras vidas mucha misericordia al no permitir que experimentemos en carne propia estas circunstancias y las que aún están por venir en esta historia, esperando que las pongamos en práctica, sea cual sea la dificultad o dificultades que estemos atravesando. Aquí he analizado esta tragedia de una forma fría (sin que por ello deje de traer enseñanzas claves a nuestra vida), pero en la segunda parte vamos a ver este mismo pasaje, pero desde un punto de vista más humano; tratando de desnudar el perfil psicológico, emocional y espiritual de Job, así como la ejemplar reacción y victoria que se apunta nuestro personaje, en una de las batallas de esta guerra, que apenas comienza. Gloria a Dios por sus enseñanzas!
(to be continued…  J)

Víctor Guzmán. Octubre 16, 2010.

viernes, 15 de octubre de 2010

Un caracter de amor enmedio de la guerra.

JOB 1:9-12. UN CARÁCTER DE AMOR.

“9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: Acaso teme Job a Dios de balde?
“10 No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has “dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
“11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu “misma presencia.
“12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano “sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.”

UN CARÁCTER AMOROSO DE DIOS Vs. UNA FUNCION ENEMIGA DESTINADA AL FRACASO.

Repasando:

                - Cuando una persona ha decidido (como Job), vivir sometiendo su propia voluntad a la del Dios que le creo, es útil para los planes y propósitos de Dios, combatiendo día a día contra  todo aquello que lo quiere desviar de esa meta;
                - Dios no solo nos bendice, nos ayuda, sino que confía en los seres humanos que han sido transformados por su amor.
                - La vida cristiana no va a ser fácil, sino una constante lucha: vienen pruebas, ataques, dificultades, precisamente porque conocemos más de cerca a aquel que nos puede sostener mientras seguimos caminando y luchando.

En este estudio, encontramos la respuesta del enemigo hacia la confrontación directa lanzada de parte de Dios. Vamos a aprender (repasar para algunos) más sobre el carácter de Dios, específicamente su lado paternal y de protección. Encontraremos, asimismo, sabiduría al conocer contra quien estamos luchando, y darnos cuenta que esta derrotado por nuestro poderoso Salvador.


1.       UNA FUNCION QUE CAUSA MUCHOS PROBLEMAS Y DERROTAS, PERO QUE ESTA DESTINADA AL FRACASO. (COMENCEMOS A OBTENER VICTORIA DONDE SOLAMENTE HACE FALTA TOMARLA, NO PELEARLA)

El verso 9 de este primer capítulo es importante a lo largo del libro, por las consecuencias que de aquí nacen, pero ya no vamos a encontrar un papel principal para el enemigo, por lo que este es el momento idóneo para estudiar sobre él.

FUNCION DE SATANAS:

Ya tuvimos en el estudio anterior, que Dios se alegra de tener un hijo como Job, que no solo lo bendice y cuida, sino que lo usa para su servicio y para desafiar al adversario. Dios ha lanzado un reto y en este estudio tenemos la oportunidad de encontrar madurez espiritual a través de la respuesta de Satanás y el desarrollo de esta conversación.

2 ensayos atrás, vimos que este personaje estaba en la tierra cuando Dios deja a Adán y Eva hacer uso de su libre albedrío. Dios les da una instrucción, un mandato sobre cierto árbol, pero no les avisa nada sobre peligros o tentaciones, ya que Dios espera ver nuestra reacción, ya que el mismo puso esa semejanza suya en nosotros, que es la libertad de decidir y escoger. Conocemos la historia: el hombre quita sus ojos de Dios y comienza a vivir para otro propósito, que no es el original de darle gloria y honra a Dios, fructificad en la tierra y ser jueces y dueños de lo que en ella hay, sino que ahora comienza a querer llenar sus deleites y buscar los caminos cortos para experimentar aquellas cosas que Dios les tenia reservadas para después, como lo es la ciencia del bien y del mal representada en ese árbol.

Este enemigo, según la Biblia, tiene 2 funciones particulares:

a) Engañar al mundo, es decir alejarlo del plan original de Dios (relato de Gen. 3); y
b) Acusar a aquellos que han decidido obedecer a Dios, seguir a Jesús, el hombre que vino a mostrar de nueva cuenta el camino que habían dejado de lado Adán y su compañera, y por lo tanto todos aquellos que de ahí descendemos.

Regresando al relato de la caída, ya señalamos que Satanás quiere desviarnos de la obediencia que es debida a Dios, y para ello utiliza engaños y otras maneras, aparentemente inofensivas, de hacer las cosas para las que fuimos diseñados.

En segundo lugar, y esta función es la que nos ocupa predominantemente en este estudio, tenemos la de ACUSARNOS y procurar nuestro mal y destrucción. El punto en común y objetivo principal de estas funciones: DESTRUIRNOS.

Me parece en lo personal que ambas funciones van de la mano: El utiliza engaños para alejarnos del plan de Dios y que otras cosas tomen el lugar que le corresponde a nuestro Señor, y una vez que nos ha hecho caer, nos acusa insistentemente, primero en nuestro corazón, nuestros pensamientos, y también delante del trono de Dios. Por eso muchas veces como cristianos nos cuesta trabajo entender el ministerio tan maravilloso de la restauración, ya que ponemos más atención a otras voces, aun de nosotros y ni hablar de las voces enemigas, que nos dicen muchas y suficientes razones para permanecer tirados y derribados por el pecado que hemos cometido. Si bien es cierto, tener una conciencia de pecado y una contrición hacia aquello que nos hace daño, es una actitud bíblica, también es cierto que la actitud de permanecer caídos y escuchando al acusador impide el perdón y restauración que Dios tiene para nuestras vidas.

La biblia nos sintetiza esto claramente:

“10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de Dios día y noche.” Apocalipsis 12:10

Por eso es que decimos que tiene una función destinada al fracaso, aquí vemos como será lanzado fuera (en tiempo futuro) pero en el siguiente verso vamos a encontrar una fuente de poder que podemos usar cada día de nuestras vidas, sin necesidad de esperar a ese momento especial donde será quitado de todo su poder y se consumara su fracaso.


“11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron su vida hasta la muerte.” Apocalipsis 12:11

Esta es la clave para todos nosotros: En el tiempo de Job, aun no tenia la sangre del cordero que habría de venir, pero si tenía muchas otras formas a través de las cuales darse cuenta que Dios estaba interesado en el hombre y su salvación -la creación misma, de la cual Job era muy observador como veremos en estudios de mucho mas adelante, la Ley de Dios tatuada en el corazón del hombre, la satisfacción de una vida recta y amando al prójimo-, y sabemos que Job tenia estas características, además de buscar a Dios y tratar de agradarlo. Job acepto a Dios en su vida, y por eso obtuvo victoria. Cuanta más responsabilidad tenemos nosotros de tener victoria a través del más valiente y arrebatado de los hombres, que puso su vida sin que nadie se la pidiera, para que también ahora nosotros tengamos victoria sobre el engaño y las acusaciones. No por nuestros meritos ni nuestro esfuerzo, jamás por esto, sino por LA SANGRE DEL CORDERO, JESUCRISTO, quien ahora quiere que dia a dia busquemos y repitamos Su carácter en nuestras vidas.


2.       EL SIEMPRE AMOROSO Y PATERNAL CARÁCTER DE DIOS. (NO ESTAMOS SOLOS Y JAMAS LO ESTAREMOS, EL LO PROMETIO Y SIEMPRE ESTARA AHÍ PARA LEVANTARNOS Y PELEAR POR NOSOTROS)


Retomando la lectura de Job, encontramos lo siguiente:

“9 Acaso teme Job a Dios de balde…” Aquí debemos poner mucha atención en no estar siguiendo a Jesús solo cuando nos va bien, porque mientras nuestra vida marcha sin complicaciones aun ahí debemos cuidar donde ponemos nuestro corazón. Dios va a permitir la prueba para probar realmente en quien o en que estamos confiando; si El es nuestro todo, nuestra porción, o si simplemente estamos adorándolo y sirviéndolo mientras todo se desarrolla sin contratiempos.

Y luego nos encontramos con una revelación hermosa, en la que podemos confiar siempre:

10 No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.


Hermano, si estas disfrutando de bendición y prosperidad, nunca olvides que es de parte de Dios, no te olvides de agradecer cada día por que él ha cercado tu casa y lo que tienes, porque te ha bendecido en tu trabajo, tu vida, tu familia. Para aquellos que estamos acostumbrados a tener devocionales “express”, he aquí otra razón más para quedarnos orando sin fijarnos en el tiempo, todas y cada una de las bendiciones viene de Dios y por su perfecta voluntad y fidelidad es que las mantiene en nuestras vidas.
Pero no termina aquí el dialogo, recordemos que líneas arriba expresamos que el objetivo en común de esas dos funciones enemigas es el de DESTRUIRNOS:
“11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.”

La petición es que Dios extienda su mano sobre Job y que, sin razón para un juicio divino, toque todo lo que tiene Job. Ahora, vamos a hacernos la siguiente pregunta: Hay algún otro pasaje en donde vemos a Dios tocando a la humanidad para mal?
Si, recordemos Sodoma y Gomorra, donde Ángeles de Dios bajan para destruir, por ejemplo. Dios puede hacer eso y más, el es Soberano y no podemos decir nada ante eso; aun si Dios hubiera aceptado y hubiera decidido tocar a Job, tendría mucha razón en hacerlo, ya que somos pecadores, y aunque estamos hablando del hombre más justo sobre la tierra en ese momento, el pecado heredado desde Adán le hacía pecador, y por lo tanto sujeto del juicio de Dios, si no fuera así, para que entonces necesitábamos a Jesucristo, si bastaba ser como Job para alcanzar la salvación? Pero Dios no derrama mal sobre Job. Miren como responde nuestro Padre:

“12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.”

La petición de Satanás había sido que Dios mismo pusiera su mano sobre Job, pero aquí encontramos que Dios le dice que él le haga como mejor le parezca, el ya lanzo su reto y confía en Job, y ahora está dispuesto a sostener su enfrentamiento, pero bajo las reglas justas de Dios.
Que pensaríamos de nuestro Dios, si El es quien primero busca la pelea y ahora que le aceptan el reto, decide no continuar con su duelo? Seguramente que podríamos decir “Que lindo Dios que nos cuida”, pero aquí estamos hablando de honor, estamos hablando del MAS VALIENTE, de un Dios que no cambia su palabra, pero lo más extraordinario que encuentro en este pasaje, y que me conmueve de una manera asombrosa, es que DIOS CONFIA EN EL HOMBRE a pesar de que sabe que en cualquier momento podemos fallarle, el sigue confiando en nosotros, y pone delante nuestro cosas extraordinarias y que muchas veces pensamos que no podemos hacer, pero el confía en nosotros.
La misión de poblar la tierra, de ejercer dominio sobre la creación, de ser amo y señor, no la dio a un ejército de Ángeles, sino a una pareja de hombres, incapaces de resistir la tentación de un fruto, pero en quienes Dios había soplado “aliento de vida”, y en quienes Dios tenia puestos sus ojos. La misión de conquistar una tierra llena de gigantes, de ejércitos preparados, y pueblos bien asentados se la encomendó a un grupo de esclavos recién liberados, que por si fuera poco habían estado perdidos en el desierto, y que muchas veces demostraron su debilidad y alejamiento del Dios que los saco de Egipto. No escogió tampoco Dios a los asirios, babilonios o pueblos del norte, con sus ejércitos y sus estrategias militares para poner sobre ellos su trono; eligió una nación de pastores, de sacerdotes, hombres débiles y pecadores, y de ahí vino la salvación a todo el mundo. El mismo Jesús, no se rodeo de grandes filósofos, políticos, no le recordamos comiendo con Reyes y Príncipes de la tierra, ni haciendo relaciones con naciones poderosas; hizo sus mejores amigos a pescadores, jóvenes, cobradores de impuestos y se rodeaba de pecadores a donde quiera que fuera. Al final, después de haber resucitado y demostrar el más extraordinario poder de Dios sobre la tierra, no se presento ante Cesar para tomar su imperio Romano y gobernar desde la nación más poderosa en ese momento, sino que le dijo a 11 pobres, apaleados hombres, que ya ni siquiera querían seguir en el ministerio, que habían intentado volver a sus antiguos oficios, destrozados en el alma, que fueran y llevaran el mensaje A TODO EL MUNDO. Y asi encontramos en la historia de Su iglesia y en nuestros días, como Dios persiste en confiar en hombres débiles y pecadores como todos nosotros.
Aquí tenemos un Dios que ha lanzado un reto, el enemigo le contesta poniéndose de verdad agresivo, tratando de destruir a Job, en quien Dios tenia puesta su confianza, y vemos un Dios que no está dispuesto a dar un paso atrás, sino que le dice, parafraseando, “bueno ya te dije Yo que confío en mi hijo Job, crees que derramando mal sobre él lo vas a hacer que me olvide, inténtalo… solamente no lo mates, eso sería trampa.”
Por qué creen que le tiene que decir Dios a Satanás “solamente guarda su vida?” Porque si por el enemigo fuera, nos destruiría en un segundo, pero Dios tiene sus propósitos en nosotros, y “no va a permitir mas allá de lo que podemos resistir”.
Y para concluir, también aquí podemos notar el carácter paternal de Dios. En una batalla en la que se empieza a valer de todo, en la que hay honor de por medio y está en juego el corazón del hombre y la demostración de que, aun con nuestros pecados y defectos, Dios puede hacer grandes cosas, sale a relucir el amor de Padre y la compasión de nuestro Dios. “No pongas tu mano sobre el” me da seguridad y paz para dormir tranquilo; para enfrentar cada día sabiendo que tenemos quien nos cuida, quien nos protege, quien está al pendiente y en control de todas las circunstancias. Me desafía también a entender que todo lo que nos pasa es por la guerra tan fiera que se lleva a cabo por nuestras almas, y no te sientas menos querido hermano que lees, aquí no vemos a Dios y Satanás peleando por la vida de todo un pueblo, o por una nación o una iglesia, es un solo hombre el centro de todos los esfuerzos de cada uno de los contendientes. Podrás pensar como yo: “si, pero se trata de Job, un justo”, pero no le pongas limites a Dios, tú no sabes la capacidad que tiene un solo hombre como tú y como yo, pero en las manos de nuestro Creador, tú no sabes el daño que puede hacer tu sola vida al enemigo, por eso te tiene miedo, por eso pide día y noche mal para nosotros.

Descansa junto conmigo en la presencia de un Dios poderoso y que nos cuida, pero toma también tu responsabilidad a no decepcionar a Dios con los planes que tiene para ti, a no bajar la guardia cuando te toque pelear a ti, sabiendo que siempre Dios te ha mandado a la guerra porque ya te dio  la victoria.
Procura siempre forjar un carácter como el de Job, para que Dios pueda tener la confianza de aventarte solo al ruedo, que seas un hombre y mujer como Job, que tengas que librar una batalla mortal, confiando en el Dios que te sostiene de su mano derecha. Y como vimos en el primer estudio, basta aceptar a Jesús como tu salvador, para que seas considerado “perfecto y recto”, y lo mantengas a lo largo de tu vida.
La fuente de poder está en tu corazón, por eso se empeña tanto el enemigo en destruirte.
“20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a  él, y cenare con él y él conmigo.”
Abramos la puerta de nuestros corazones, día a día (porque diario cenamos, verdad?), para no defraudar a Dios en las batallas que nos ha puesto.

Victor G. Oct. 15, 2010.