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domingo, 3 de octubre de 2010

UN CARÁCTER PREPARADO PARA LA BATALLA. (JOB 1:8).

Ya quería llegar al estudio de estos versículos. Para los que me conocen, más o menos saben que me gusta leer acerca de caballeros, las historias que tienen que ver con armaduras, espadas, guerras, tipos locos por una vida utópica y princesas que han ganado sus corazones. De hecho, actualmente estoy leyendo un libro que me regalo mi hermana mayor, de titulo “Wild at heart”, por John Eldredge, que tiene que ver con estos temas.

Puedo disfrutar de cierto tipo de dibujos animados o películas en las que hay batallas, conquistas, derrotas y victorias. Soy una apasionado a los deportes, y me encantan los partidos que terminan 5-4, aunque mi equipo pierda, pero que se hayan dado con todo; que el capitán regrese al campo con vendajes y sangre; que defiendan los colores de la camiseta, siempre con lealtad; me encantan los juegos de tenis cuando están al borde de la insolación o se tienen que cambiar las raquetas y la camiseta, por que el ritmo del juego es a morir y el cuerpo ya no da para más; en los que gritan de dolor cada que le pegan a la pelota. Por eso me fascina también el Football Americano y el Rugby, los combates de “vale todo”, tengo una secreta inclinación hacia la cacería y los combates de ”gotcha” o Paintball.

Se y confío en Dios que algún día también será realidad en mi vida eso que El ha puesto en mi personalidad para su gloria. Y ahora, nos corresponde estudiar algo similar a esto que les estoy contando.



"1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?". 



Todo lo que hasta aquí hemos venido resaltando de Job, encuentra mucho sentido en estos versículos. Un hombre que conoce a Dios y lo obedece no pasa desapercibido. Ya vimos en el primer estudio que escribí por que es llamado Job “Varón perfecto y recto”, así que nos enfocaremos mas en otras cosas. Este hombre es notado por aquellos que viven con él, por quienes conviven con él, los que se topan con él o les toca vivir en su mismo tiempo y lugar, (como vimos en el estudio de los versículos 3,4 y 5). Y ahora, a través de la narración que he transcrito arriba, nos damos cuenta que tampoco Dios ni el enemigo lo pasan por alto.



1. EL CARÁCTER BELICO Y DESAFIANTE DE DIOS: Somos hijos de un Guerrero.


Podríamos llenar mas paginas aun de las que ya se han escrito hablando del Dios conquistador, guerrero, invasor, victorioso en el que creemos. Solo basta que recordemos cómo donde no había nada, creo este hermoso mundo en el que habitamos. Como al poner al hombre como centro de esa creación, no lo puso a disfrutar de ella sencillamente, sino que lo encomendó a extenderse, a dejar su huella nombrando a todos los seres creados; con palabras como sojuzgad, fructificad, señorear, os he dado, llenad, etc., Dios pone en el hombre su marca de conquistador y señor. Después podríamos revisar como Dios hace pacto con Noé, encomendándole de nueva cuenta la misma tarea. Pasamos por Abraham a través de quien impactaba cada lugar donde lo llevaba haciéndolo conocer como hijo suyo. Si continuamos podríamos ver reflejado este carácter en las conquistas del pueblo de Israel, a través de Moisés, Josué, los Jueces y Reyes en la Biblia. Y ahora nos encontramos con una provocación directa al mal con el verso 8: “¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?”, podría parecer una simple conversación pero, en mi apreciación, es un desafío lanzado al enemigo, por la vida ejemplar que llevaba este hijo de Dios.

La conversación después de que Dios pregunta a Satanás de donde viene, y la propia respuesta de este último, podrían haber sido encaminada hacia otras cuestiones. Recordemos: Satanás contesta que viene de rodear toda la tierra y de andar por ella. Luego, Dios pudo haberle preguntado o desafiado sobre tal o cual reino sobre la tierra, o sobre este rey u el otro, ya que son temas que probablemente tengan más tela de donde cortar, aparentemente. O que tal acerca del pueblo mismo de Dios o sus planes para llenar la tierra con su palabra. Dios dirige la conversación, de una manera estratégica, hacia un hombre que se conducía en integridad, buscando a Dios en todo momento y que había sido fiel en aquello poco sobre lo que había sido puesto: su familia, su trabajo y su vida diaria. El utiliza a aquellos seres humanos que dan testimonio con sus vidas de que existe un Dios.

Por que Dios toma la iniciativa en la lucha, fundando sus expectativas en un hombre? Por que debería afectar tanto esto al enemigo? Que razón hay para que todos los esfuerzos que posteriormente veremos, sean concentrados en un hombre que lleva una vida normal, pero fiel y de victoria? Vamos a estudiar un poco el carácter de nuestro Dios, la función del enemigo y como se va desarrollando esta conversación para comenzar a darnos cuenta de ciertos puntos.



2. UNA ACTITUD DE CONTINUO ATAQUE. El curso normal de las cosas es que el enemigo sea el atacado, y no el cristiano el que tenga que defenderse primero.


Dios nos ordena “Ve” ya que el va delante de nosotros, y el ha entregado la tierra y enemigos en nuestras manos (Gen. 12:1-3, Ex. 3:10, Deut. 2:31, Josue 1:3, 1 Sam. 17:46, y demás conquistas similares y victorias del pueblo de Dios).

“El que pega primero… pega 2 veces”, es un dicho muy popular, sobre todo en cuestiones de lucha y combates, transportado muy astutamente al ámbito del deporte y los negocios por muchas personas. Aquí no vemos un Dios a la defensiva, sino un Dios que se agrada en presumir a aquellos de sus hijos que han logrado forjar un carácter digno de quien los ha transformado. Me intriga demasiado lo que ha venido pasando con el equipo de futbol al que apoyo, Club America de México, ya que en otros tiempos todos coinciden en que era un equipo que siempre buscaba el ataque, quería la victoria a toda costa, sus jugadores, directivos, cuerpo técnico tenían un estilo de juego agresivo, de espectáculo. Si se gastaban cantidades grandes de dinero era para traer “cracks“ y técnicos de probada suficiencia. Hoy en día, se conforman con anotar un gol y la actitud predominante, durante el tiempo que dure el encuentro, es la de persistir en la defensa, de meter la mayor cantidad de hombres en propia cancha para defender el gol de ventaja o hasta el empate.

Se vuelven partidos grises, aburridos y tristes. Gracias a Dios que El es mas que cualquier deporte o arte inventada por el hombre, El no cambia nunca, y desde siempre y por cualquier etapa de la humanidad, El nunca ha dejado de ser el Dios combatiente y victorioso en quien podemos descansar y aprender.

“No has considerado a mi siervo Job…” sugiere un reto frontal, hasta en tono irónico y desfachatado por Aquel que no deja una sola batalla de lado.

Nuestro mismo Señor Jesucristo siempre trato de confrontar la ideología y religión de su época. No se escondió, sino que hacia publica su revolución, cambiando parámetros y valores, creencias y hábitos. Si creemos que estamos llamados a no sufrir o a no enfrentar dificultades, nos encontramos en un error que pronto comenzara a confundirnos y desalentarnos en la vida cristiana. Jesús predicaba: “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada” (Mt. 10:34) y “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan” (Mt. 11:12). Como, pues, podemos pensar que ser cristiano significa comodidad y nula violencia?

Aun para aquellos que piensan que hay partes de la Biblia que no nos corresponden actualmente, por que eran de otros tiempos o de costumbres de reinos antiguos; o para aquellos que se asustan cuando leen en la Biblia de siervos de Dios degollando enemigos, matando pueblos, quemando ciudades, sacando corazones o intestinos, déjenme decirles, tal como aprendí de algunos sermones que escuche del Pastor Armando Alducin, que si están en la Biblia registradas esas batallas de cuerpo a cuerpo, de espadas, caballos, ejércitos, es precisamente para que las apliquemos actualmente al mundo espiritual que ha despertado y se ha puesto en mucha mas actividad desde tiempos de nuestro Señor, y sirven para recordarnos que, en las batallas espirituales y cotidianas a la que nos enfrentamos el día de hoy, no podemos tener misericordia con los pecados y hábitos que cada uno sabemos que nos siguen sometiendo. Con esa frialdad y valentía es con la que cada un de nosotros deberíamos estar destruyendo el pecado en nuestras vidas.



3. LA IGLESIA LLAMADA A COMBATIR. La Iglesia y su quehacer reflejada en la vida de Job.

Así como en esta porción de la palabra es Dios quien se adelanta y comienza el ataque, mostrando su carácter en la historia de Job, también Jesucristo hizo lo propio refiriéndose a la Iglesia. Cabe resaltar que, buscando en la concordancia de la Biblia la palabra Iglesia, Jesús no utilizo esa expresión como el cuerpo de creyentes en El, mas que en 2 citas. Contrario a lo que podríamos pensar, no lo hizo para referirse a que tipo de música se debería entonar, o como deberían dirigirse los servicios, la división de liderazgo, cuantas veces se iba a reunir para adorar y escuchar la palabra, ni que estrategias se deben implementar para el crecimiento; todo lo anterior son circunstancias que se dejan abiertas para que el pueblo de Dios decida, con la dirección de Su palabra y Espíritu Santo. Para lo único que se refirió Jesús a la iglesia como tal, fue para 2 cosas: Develar su misión sobre la tierra, y en una segunda ocasión para referirse a como se deben arreglar las diferencias entre hermanos. La que aquí nos ocupa, es la primera de ellas, tocante a la misión de la iglesia, de esta forma:

“Y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificare mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mt. 16:18).

Muchas veces leemos este pasaje y lo citamos y lo memorizamos, pero no ponemos la atención debida. Que tal si el pasaje dijera “y esta iglesia va a prevalecer contra todos los ataques del enemigo”? Estaríamos notando un carácter defensivo de Dios, que nos va a dar fuerza para que cuando el enemigo nos ataque, nosotros podamos permanecer en pie. No!, no nos dice eso. Es de nueva cuenta el Señor quien nos comisiona, en una actitud ofensiva y de tomar la delantera, a ir y encontrarnos con las fuerzas del mal, y aunque trate de no dejarnos pasar, derribar las puertas a nuestro paso. Podemos encontrar la similitud entre la vida de Job y la Iglesia?.

No pensemos muy en grande tampoco, primero debemos hacer eso una realidad en nuestras vidas, en nuestras actitudes, hábitos y áreas que no hemos entregado. Ya después Dios se encargara de hacer cumplir sus propósitos mas grandes en nosotros.



CONCLUSION.


Una persona que influyo mucho en mi vida, fue un “abuelito” que tuve sin que fuera realmente nada de mi familia, mas que amigo y maestro de mi papa en su juventud, Calvin Hawk. Los fines de semana se quedaba con nosotros, y una de las tantas cosas que me enseño fue las reglas básicas y algunos movimientos del Ajedrez. Recuerdo que poníamos el tablero y, antes que cualquier otra cosa, con algún postre ahí a lado que nos enseñaba a cocinar a mis hermanas y a mi, me advertía: Cualquier movimiento que vayas a hacer, debe tener un significado. OK pensaba yo. Iniciábamos el juego, y aunque fuera la primera pieza, movía en mi turno y me preguntaba: Para que sacaste ese caballo? O por que adelantaste ese peón? Aun a veces me llego a preguntar: “Con que objeto me comiste esa pieza?” Ja ja, ahora hasta por irle ganando me cuestionaba. Si no le podía contestar una razón convincente (basada en mi siguiente movimiento pensado) me hacia regresar la pieza a su lugar y me dejaba pensando ahí hasta que pudiera darle razón suficiente para eso. Tal vez a mi corta edad no disfrutaba mucho el juego así tan competido, pero me quedo grabada esa lección hasta ahora, pues al final del juego me decía: "Esto que estas haciendo aquí, practícalo en la vida cuando crezcas".

Si después de este estudio hemos decidido mover algo, calcular nuestras piezas para la guerra, como cristianos y como miembros de una iglesia, debemos encontrar en los pasajes de Job 1:8 y Mateo 16:18 los “motivos” con que podamos responder cuando alguien nos pregunte “Para que moviste esa pieza?“

Cuando todo lo demás en nuestras vidas o lo que la iglesia hace no cuadra con esta misión ofensiva de Dios, entonces si debemos replantear y tratar de modificar. Pero nadie tiene derecho a juzgar nuestras vidas o el actuar de una iglesia por las decisiones y el rumbo que toma, basándose en estilos y demás practicas que no nos gustan o por que no es como nosotros lo hemos acostumbrado. Cada actividad en nuestra vida y en nuestra iglesia debe ser examinada a la luz de esta verdad: Estamos peleando y venciendo, o solo estamos esperando el ataque del enemigo y a ver como nos va? Si no estamos poniendo en jaque el pecado y los ataques malignos con nuestra actividad, deberíamos reconsiderar cambiarlas, por mas que sea algo que nos encantaría conservar. Reflejemos el carácter de Dios en nuestras vidas.

Otra vez quería abarcar mas versículos, pero no pude. Tratare de ser mas breve por que si no vamos a tardar 2 años estudiando Job.
Ojala haya sido de bendicion para tu vida!.



Víctor Guzmán. 3 Octubre 2010.