Bienvenidos. .

Agradezco mucho tu interés. Tus comentarios enriquecen este espacio.

martes, 23 de noviembre de 2010

DÍA 10.

DÍA 10. JOSUÉ.



- P R O M E S A S –


A)    “Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie” (Dios a Josué, para la conquista. 1:3).

B)    Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente (…)” (1:5, 6).

C)    Dios va delante de nosotros en aquello que nos manda. Cuando creemos estar frente a algo nuevo, Él ya viene de regreso. “Jehová ha entregado toda la tierra en tus manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros” (2:24).

D)    (...) y todo Israel pasó en seco.” (Las promesas de la obediencia y la fe. 3:17).

E)     Dios renueva sus maravillas, generación tras generación, y con cada líder que se entrega a Él. Dios está con nosotros. (Cap. 4).

F)     y el maná cesó el día siguiente desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra” (La bendición de Dios nos sigue hasta que Dios provee de algo nuevo para nuestras vidas. No nos deja desprovistos en ningún sentido. 5:12).

G)    Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano (…) más como Príncipe del ejercito de Jehová he venido ahora”. (5:13, 14).

H)    Estaba, pues, Jehová con Josué, y su nombre se divulgó por toda la tierra”. (6:27).

I)       Cuando quitamos el pecado oculto, Dios vuelve a fortalecernos y entrega nuevamente victoria a nuestras vidas. (Sobre el pecado de Acán. 8:1-29).

J)      Debemos seguir las instrucciones nuevas de Dios cada que así nos lo indique y revele a nuestras vidas. (Sobre la victoria estratégica en Hai. Cap. 8).

K)    Las maravillas de Dios se extienden por todo el mundo y para todos los pueblos. (Sobre como las naciones enemigas habían escuchado todo lo que Dios había hecho con Israel para traerlo a esa tierra. 9:24).

L)     Dios no escatima nada para bendecirnos. “Sol, detente en Gabaón; y tu, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos (…) Por que Jehová peleaba por Israel. (Sobre la victoria contra los amorreos. 10:12, 13 y 14).

M)  “(…) sed fuertes y valientes, por que así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis” (Acerca de los pies de los Israelitas sobre el cuello de los 5 reyes amorreos. 10:24).

N)    “En aquél mismo día, tomó Josué a Maceda (…) y de Maceda pasó Josué y todo Israel con él, a Libna (…) y Jehová le entregó también a ella y a su rey en manos de Israel (…). –Y Jehová entregó a Laquis en mano de Israel (…). Entonces Horam rey de Gezer subió en ayuda de Laquis; más a él y a su pueblo destruyó Josué (…). De Laquis (…) a Eglón (…) y la tomaron el mismo día (…). De Eglón a Hebrón (…) la hirieron a filo de espada (…). Después (…) sobre Debir (…) y la tomó, y a su rey (…).” (10:28-39).

O)    “Hirió, pues, Josué a toda la región de las montañas, del Neguev (…). Como Jehová Dios de Israel lo había mandado. (10:40).

P)     “Todos estos reyes y sus tierras los tomó Josué de una vez; por que Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel.” (10:42).

Q)    “No tengas temor de ellos, por que mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel (…).” (Sobre la alianza que hizo Jabín, rey de Hazor, con Jobab, Simrón, los reyes del Arabá, de las regiones de Dor, con el cananeo, heteo, ferezeo, jebuseo, heveo. Todos ellos descritos como “mucha gente, como la arena a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros de guerra”, para pelear contra Israel. 11:1-6)

R)     Dios da la victoria que nos ha prometido contra todos los enemigos, sin dejar uno solo de pie. Debemos vencer contra todo tipo de pecado, no importa como se presente, con que fuerza o armas. Dios nos ha entregado la victoria. (Cap. 11).

S)     Dios permanece fiel a sus promesas, y mientras le obedecemos, Él se encarga de darnos la victoria absoluta. (Sobre los reyes derrotados por Moisés, mientras vivió. Cap. 12).

T)     Dios tiene aún más victorias que darnos. (Sobre la tierra que faltaba de conquistar. Cap. 13).

U)    Dios no ha olvidado sus promesas. Pero también quiere ver nuestra fe y los deseos que tenemos de reclamar sus promesas para nuestras vidas; a pesar de que cuesten un nuevo esfuerzo o más trabajo. (Sobre Caleb, quién acuidó a Josué a recordarle sobre la heredad prometida por Dios, aunque tuviera que luchar para conseguirla, además de las batallas que ya habían tenido como pueblo. 14:6-15).

V)    Tú eres gran pueblo, y tienes grande poder; no tendrás ni una sola parte, sino aquél monte será tuyo (…). Por que tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.” (Josué a los hijos de José, sobre su heredad. 17:17, 18).

W)  Todas las tribus de Israel son bendecidas con su porción. Dios cumple sus promesas absolutamente. (Cap. 18 y 19).

X)    De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres (…). No faltó palabra  de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; TODO SE CUMPLIÓ” (21:43 Y 45).

Y)     “Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, pusieron por nombre al altar Ed; por que testimonio es entre nosotros que Jehová es Dios” (Sobre el altar edificado del otro lado del Jordán, por las dos tribus y media, para testimonio futuro. Cap. 22).

Z)     La fe, nos permite hablar sobre cosas que no vemos, y tener esa confianza de que se cumplirán las promesas, aunque no parezca así. (Sobre los restos de José enterrados con su pueblo, en Siquem; pues fueron sacados de Egipto cuando Dios les dio libertad, tal como José lo había ordenado a sus hermanos e hijos. 24:32).




-         D E S A F Í O S –


A)    “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley (…). Porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”. (Dios a Josué, para cumplir sus promesas en él. 1:8).

B)    Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, por que Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.” (1:9).

C)    Debemos alentar a nuestros líderes, obedecerles, y recordar que las promesas son hechas a Dios, sin fijarnos en la persona que haya puesto, ya que el pacto es con Dios; no para los hombres. (Sobre Josué y los rubenitas, gaditas y la media tribu de Manases, para ir a la guerra. 1:12-18).

D)    Estar sensibles a lo que Dios está haciendo, para no quedarnos fuera de sus planes. Hacer todo lo que podamos, y aún más, para alcanzar la bendición prometida. (Sobre Rahab y como escondió a los espías de Israel del rey de Jericó, para preservar su vida y la de los suyos. Cap. 2).

E)     Santificaos, por que Jehová hará mañana maravillas entre vosotros.” (3:5).

F)     Dios honra el liderazgo que ha puesto sobre su pueblo. Algunas veces, Él requiere que obedezcamos y participemos activamente, siguiendo a los líderes, para ver sus maravillas. (Sobre los Levitas cargando el arca y metiendo sus pies primeramente en el Jordán para que se abriera. Cap. 3).

G)    Dios respeta sus leyes, y la obediencia que nosotros tengamos, produce bendición y Su favor. (5:1-12).

H)    El cumplimiento de las promesas de Dios, cuando nos involucran, requiere confianza, instrucciones precisas para seguir, obediencia y apego a sus leyes. (Cap. 6).

I)       Dios hace misericordia a quienes le temen y buscan su bendición. (Sobre Rahab, salvada de la destrucción de Jericó por su ayuda y confianza en Dios. 6:25).

J)      Santificaos (…), no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayas quitado el anatema de en medio de vosotros” (Josué al pueblo, por el pecado escondido. 7:13).

K)    Se trata de obediencia absoluta, o derrotas y alejamiento de Dios y su protección. (Sobre el pecado de Acán y la derrota contra Hai.).

L)     Acán ocultó lo que había tomado de Jericó, debajo de su tienda, enterrado. No importa lo profundo que este escondido nuestro pecado, Dios quiere que lo quitemos de nuestra vida, para que Él se vuelva a nosotros y haya bendición. No debemos “perdonar” pecados en nuestra vida; debemos quemarlos y destruirlos por completo, con honestidad y sabiendo que si permanece, nos alejará de Dios. (Cap. 7).

M)  Necesidad de recordar una y otra vez Su ley, en medio de las victorias. Recordar que es por Su gracia; por lo tanto, debemos rendirle tributo en agradecimiento, y darle la gloría a Él en todo tiempo. (Lectura de la Ley y ofrecimiento de holocaustos en el monte Ebal. 8:30-35).

N)    Y los hombres de Israel tomaron de las provisiones de ellos, y NO CONSULTARON A JEHOVÁ” (Sobre como los Gabaonitas engañaron al pueblo de Dios, por no consultarle primero sobre el asunto. 9:14).

O)    En las ordenes en las que Dios permite un poco de flexibilidad, son en las que más debemos tener cuidado, y no tomarlas a la ligera. Dios había distinguido entre los pueblos lejanos y los vecinos del pueblo de Israel cuando hubieren conquistado la tierra. La ley era, que a los que estuvieran cerca, les debían exterminar por completo, para que no los inducirán con sus pecados e idolatría. A aquellos pueblos lejanos, podían dejarlos con vida y hacerlos tributarios. De esto se valen los Gabaonitas y engañan al pueblo, diciéndoles que eran lejanos, aunque en realidad eran vecinos, por lo que el pueblo hizo pacto para no poderlos destruir, y cuando se enteraron de la realidad, ya era demasiado tarde. (Cap. 9).

P)     Para que la tierra descanse de la guerra, debemos obtener victoria en aquello que Dios nos pide; de otra forma, seguirá levantándose el pecado en nuestra vida, y no tendremos descanso. (11:23).

Q)    Con Dios, siempre hay algo nuevo por que luchar. Debemos ser fieles en lo que nos va indicando en cada paso, por que seguramente quiere ensanchar nuestras fronteras y darnos aún más de lo recibido. Nunca nos apartemos de la obediencia, por más victorias que creamos haber conseguido. (Cap. 13).

R)    Reclamar las promesas, buscarlas con todo nuestro ser, para demostrar a Dios que sus deseos también son los nuestros y que en realidad queremos gozar de lo que nos promete. (14:6-15).

S)     Las promesas se buscan en algunas ocasiones, y debemos luchar entonces para conseguirlas. Debemos pedir que nos enseñe a distinguir cuando permanecer quietos, y cuando actuar. (Sobre Caleb, conquistando Hebrón y Debir, después de que se había repartido la demás tierra. 15:13-19).

T)     Mostrar valentía. (Sobre Otoniel, conquistando Quiriat-sefer, por Acsa, hija de Caleb. 15:16, 17).

U)    Existen males y pecados, sobre los cuales es necesario algo más que la guerra y la obediencia. Debemos buscar que Dios actúe milagrosamente, reconociendo nuestra debilidad, en aquello que nosotros no podemos. (Sobre el jebuseo, que los hijos de Judá no pudieron echar de Jerusalén y sobre el cananeo que los de Efraín no pudieron echar de Gezer. 15:63 y 16:10).

V)    Pero cuando los hijos de Israel fueron lo suficientemente fuertes, hicieron tributario al cananeo, más no lo arrojaron”. (No debemos permitir que nuestra aparente fortaleza haga que desobedezcamos y dejemos en nosotros algún pecado, creyendo que le hemos hecho “tributario”. 17:13).

W)  Hasta cuando seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres”. (18:3).

X)    Un buen líder, recuerda las órdenes de Dios, aún en medio de la victoria y el trabajo duro; y obedece en todo tiempo. (Sobre Josué designando las ciudades de refugio, establecidas por Dios. Cap. 20).

Y)     Los Levitas son provistos de ciudades entre las posesiones de las demás tribus. Debemos procurar el bien de nuestros líderes. (Cap. 21).

Z)  Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios”. (23:11).

AA) Exhortación a no olvidarse que Dios peleó, dio la victoria, entregó enemigos. El es quien da la bendición. Procuremos no tener nada por encima de Dios para darle nuestra adoración y gratitud; servirlo y amarlo. (Cap. 23).

BB) Definir con toda seguridad a quien serviremos; y después de la elección, entregarlo todo, para cumplir nuestro pacto de obediencia. (Cap. 24).

CC) Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis (…) pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” (24:15).




MARTES 23 DE NOVIEMBRE, 2010. M. VÍCTOR G.