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sábado, 23 de octubre de 2010

RAICES PROFUNDAS.

JOB 1:13-22. UN CARÁCTER SOLIDO EN MEDIO DE LA TRAGEDIA: ESCOGER EL CAMINO DE VIDA. PARA TODA LA VIDA. (Parte 2 de 2)

“13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito,
14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,
15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.
16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemo las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.
17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia.
18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;
19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.
20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

RAICES PROFUNDAS: EL SECRETO DE UN CARÁCTER INVENCIBLE.

Del versículo 13 al 19 (Job 1), se narran tragedias que acontecen en la vida de Job, relatadas por personas que trabajaban para él o sus hijos. Entonces, inmediatamente después, encontramos una actitud sorprendente. En este estudio trataremos de encontrar la razón. Primero, vamos a recordar un poco lo que vimos en el estudio pasado, que fue la primera parte de esta misma idea, pero ya sin tratar de analizarlas a profundidad, sino ahora encontrar bendición en la reacción ante tales circunstancias.
Las tragedias que suceden, súbitamente, en la vida de Job son las siguientes:

                = Le roban propiedades, consistentes en herramientas de trabajo, y le reducen recursos humanos (bueyes, asnos, criados)
                = Fuego consume su ganado, la base de su comercio probablemente, y a sus criados.
                = Le asesinan más empleados y le dejan sin medio de transporte y carga –camellos-.
=Gran parte de su familia, ya que “casualmente” estaban reunidos todos sus hijos en casa del mayor, y todos mueren junto con empleados y más conocidos.

En un instante, sin previo aviso, sin como meter las manos, Job pierde:
-          Herramientas de trabajo;
-          Propiedades para comerciar;
-          Herramientas para trabajar y hacer producir la tierra;
-          Medios de transporte y carga;
-          Familia;
-          Empleados, gente que lo estimaba y servía, amigos probablemente muchos de ellos;
-          Bienes inmuebles o materiales, como casas, construcciones, establos, graneros probablemente;
-          Su status social, ya que en la época y lugar donde Job vive, la prosperidad se media en la cantidad y calidad de ganado -mayor y menor-, y además en el número de miembros de la familia.
-          No puedo decir que pierde su identidad (gracias a Dios), ya que estaría contradiciendo a la misma biblia, como mas adelante veremos.
Las peores noticias que cualquiera pudiéramos imaginar, le llegan una tras otra, en un lapso breve de tiempo, por personas dignas de confiar en su palabra (recordemos que trabajaban para él).

De ser  “el más grande de todos los orientales” (Job 1:3), pasa a ser un desempleado, desposeído, sin inversión, sin aquello que tanto trabajo le había costado levantar; y lo más grave de todo, una situación que va aun en contra de la naturaleza misma, pero que acontece sin remedio: es el padre quien tiene que enterrar a los hijos, cuando sabemos que debería ser al revés.

Reconozcamos un poco el impacto que pudo esto causar, sin que lo logremos comprender del todo, ya que no podemos ponernos en sus zapatos:
-          Impacto social: su posición, su trabajo;
-          Existencial: lo que se había esforzado por lograr, lo que tenia, sus planes, sueños, metas, se ven truncados;
-          Económico: su ingreso se bloquea completamente; sus gastos crecen de una forma desordenada;
-          Emocional: El solo pensamiento de empezar de nuevo, perder lo que con sacrificio habías fundado, y la familia que habías formado;
-          Familiar: 10 hijos son los que pierde, probablemente ya con familia cada uno, pues no vivían con él, impacto humano, natural y afectivo de completa devastación y dolor, sin razón aparente.
Alguien que quiera estar en esa situación?
Pero si Job mismo no se tomo el tiempo para dejar que el dolor lo invadiera y sintiera lastima por su situación, tampoco nosotros lo vamos a hacer; así que estudiemos la reacción de este hombre ejemplar para encontrar vida y triunfo en medio de la prueba.

REACCION INICIAL DE JOB.
Verso 20: “entonces Job:

A)     “SE LEVANTO… ya de entrada, con esta decisión, encuentro varias actitudes que tuvo que ignorar, y que también eran posibles, como por ejemplo:
                                                                                                                                                  i.       No levantarse;
                                                                                                                                                ii.      Deprimirse;
                                                                                                                                              iii.      Culpar a dios;
                                                                                                                                               iv.      Culparse a uno mismo;
                                                                                                                                                 v.      Culpar a los demás;
Que decisiones tomamos nosotros ante situaciones críticas en nuestra vida? Comienzo por mí, claro está, con las que he puesto líneas arriba; pero cada uno de nosotros siempre vamos a tener la oportunidad de levantarnos, con el Poder que Dios solamente puede darnos, por Su gran amor.

B)      “RASGO SU MANTO… Símbolo de aflicción, tristeza. Por Dios hermanos, estamos hablando de un ser humano, no de un ser incorpóreo, que no está sujeto a este tipo de experiencias. Tal como el hombre que es, lo tenemos aquí en una representación de su debilidad y tristeza naturales ante tal situación;

C)      “RASURO SU CABEZA… Otra representación más del nivel en que Job se siente; sin respuestas, con vergüenza, tristeza, y por eso es que busca exteriorizarlo de todas las formas posibles: en su cuerpo, ropa, actitud. Recordemos el valor que se le da al cabello en aquellas culturas, como por ejemplo, signo de autoridad, de nivel económico; como un voto, como símbolo de belleza. Aun en nuestros días es así, y por ello, Job recurre a esta decisión por lo desfallecido de su ser;

D)     “SE POSTRO EN TIERRA… Con esta decisión, Job nos deja ver que reconoce una necesidad en su interior, necesidad de consuelo, de ayuda en medio de la prueba que recién iniciaba. Se vale abatirnos por la tristeza; se vale llorar, gritar, hasta reclamar a Dios. No se acuerdan de Elías? Como, en el camino a Horeb, le pide a Dios: “mejor quítame la vida”… no quiero ni referirme al Rey David, porque no acabaría de transcribir todas las veces que, haciendo uso de su relación tan intima con Dios, le expresa su dolencia hasta con reclamos y tristeza extrema. Nuestro mismo Señor Jesucristo, sabiendo que su Padre le escuchaba, le pedía “que pase de mi esta copa”, sabiendo aun que era su destino, pero gozaba también de esa intimidad, de ese conocimiento de que Su padre lo escuchaba y lo comprendía; pero confiaba también que El mismo le daría fuerza al decidir obedecerlo.  Que tal en la misma cruz, cuando grito: “…por que me has desamparado?”  No cabe duda que, producto de una relación tan cercana con Dios, se vale traer ante el nuestro dolor, hasta el grado de postrarnos en tierra; pero… se vale quedarnos ahí?...;


UNAS RAICES MAS FUERTES QUE LA TEMPESTAD: EL SECRETO DE UN CARÁCTER CRISTIANO.

E)      “Y ADORO…Después de todo, al final de que has expresado todo tu sentir, tu frustración, enojo, tristeza… debemos levantarnos en Fe.

Mira como dice el sabio Salomon:
20:4 El perezoso no ara a causa del invierno; 
Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.”
                Aquí encontramos a un Job que, no obstante el invierno que experimentaba, pudiendo y teniendo todo de su lado para mostrarse “perezoso”, quedarse derrotado, deprimirse y alejarse de Dios, sabe que es el momento preciso para demostrar todo aquello que se hablaba de El, todo aquello que se esperaba de Él, todo aquello que se había presumido de Él. Es aquí, y no en medio de la prosperidad y felicidad, donde el carácter de este justo, debía sacarlo a flote, por la Fe en su Redentor, y no por fuerza propia.
Quien nos podrá separar del amor del Señor…” profesaron, en sus distintos tiempos, el Salmista y el Apóstol, y aquí Job se aferra a esa verdad.
Déjame ponerlo de la siguiente forma: tenemos derecho a llamarnos Cristianos, o a decir con tu boca que confías en Dios, solamente cuando, aun dentro de la peor situación de tu vida, reconoces a Dios y le A D O R A S. No nos quedemos en la derrota, busquemos al único que nos puede dar respuesta y consuelo.

Por último, cerramos con el verso 21, una declaración hermosa y contundente, proveniente de lo más intimo y sincero del corazón de Job, y no como una actitud religiosa e indolente como algunos pudieran verlo.
“21 Jehová dio, y Jehová quito; sea el nombre de JEHOVA bendito.”
Muy personalmente, considero que, sin estos 2 versículos últimos que hemos estudiado, en conjunto (20 y 21), todo el libro de Job carecería de lógica, de sentido y de un fundamento sólido para intentar hoy, siquiera, aplicarlo a nuestras vidas.
Sin estos 2 versos, podríamos pensar que Job es un indolente, un loco, que ha perdido la razón, tal vez hasta podríamos imaginarnos que en este punto, ya no le importaba su familia; o que simplemente es un hombre frio, materialista.
Pero después de un sincero análisis de estas reacciones, actitudes y palabras pronunciadas por este hombre, encontramos un fundamento hermoso de su Fe, su esperanza, y del origen de esa fuerza que le hace, casi obligadamente, seguir en pie, cuando todo el entorno indica exactamente lo contrario; cuando lo más fácil y “lógico” para un hombre en esta condición, hubiera sido no levantarse jamás.

He escrito sobre este personaje, tal vez hasta con admiración, con seguridad y hasta con deseos de imitarlo; pero aquí encontramos que él, por si mismo, no hubiera podido, aun que quisiera. Dios también espera ver en nosotros un paso de Fe, y decir “ME LEVANTO”, entendiendo que por nosotros mismos sería imposible, pero definiéndonos y buscando de Él; esta actitud es la que mueve a Dios a intervenir, cuando nuestra fuerza ya se ha terminado, y precisamente cuando El va a ser glorificado: “sea el nombre de Jehová Bendito.”
A Dios no lo mueven nuestros muchos gritos, lloros, lamentos, ni tampoco ofrendas, sacrificios… Dios es movido a intervenir en nuestras vidas cuando observa un ser humano intentar lo imposible, ir en contra del mundo y la situación que le rodea, manifestando su Fe en Dios y honrándolo en medio de la prueba.

ELIGE EL CAMINO DE VIDA.

Si alguien en la historia se podía quedar en el piso, ese era Job… pero los ojos puestos en su Salvador y, el hecho de conocer la clase de Dios que tenia, nos da un ejemplo de arrebato y valentía en la vida Cristiana; necesaria y vital en estos días también.

La Dra. Susana Chow, a quien conocí en la Iglesia Bautista Horeb del D.F., define la vida cristiana (siempre fundamentándose en la Biblia) como “una paradoja;, y recuerdo mucho como nos decía que, es una vida en la que hay que “ser humildes para ser exaltados”, “perder la vida para encontrarla”, y nos enseñaba que, en cada decisión que íbamos tomando a través de todas estas paradojas, íbamos a ir alcanzando madurez, pues íbamos dejando atrás las “constantes”  como ella decía, y comenzábamos a manejar las “variables”, mostrando nuestra madurez con cada decisión en medio de lo desconocido y nuevo. Aquí vemos un hombre, que había gozado toda su vida de una constante: bienestar, trabajo bien hecho, respeto a los demás, prosperidad, salud. De repente, Dios decide permitir una variable en su vida; y la reacción que tiene este tipo nos deja asombrados y deseosos de encontrar, como él, la fuente de su fuerza: levantarse cuando todo te invita a quedarte caído.
Aquel que se levanta cuando todo está a favor o cuando tiene la posibilidad marcada de hacerlo, simplemente está siguiendo una Ley física de inercia.
Aquel que se levanta cuando el contexto te trata de obligar a quedarte caído, glorifica y honra a Dios con esa inesperada acción.

Pero, el secreto, está siempre en las raíces: En el hecho de un día, definirnos y tomar la decisión:

“21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.”  1ra de Reyes 18:21.

Ojala nosotros si podamos responder palabra; y pongamos nuestro fundamento en Dios, y nos definamos para gozar de esa Fe inquebrantable.

Víctor Guzmán. Octubre 23, 2010.