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viernes, 19 de noviembre de 2010

DÍA 5.


DÍA 5. LEVÍTICO.


- P R O M E S A S –

A)    Así hará el sacerdote expiación por él, y será perdonado.” (Dios nos perdona, pone todo de su parte para ello. 4:31).

B)    “El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará” (Dios está dispuesto y preparado siempre para que presentemos ante él nuestro arrepentimiento, para así darnos perdón. Lv. 6:13).

C)    Dios provee para las necesidades de quienes le sirven. (Sobre la porción de los sacerdotes. 6:16-18)

D)    Dios nos limpia, santifica, prepara, provee para nosotros, nos restaura, nos da de Su gloria, y nos da un testimonio delante de los demás cuando nos llama para usarnos. (Consagración de Aarón y los sacerdotes. Cap. 8)

E)     “Por que Jehová se aparecerá hoy a vosotros.” (9:4)

F)     Dios siempre quiere reconciliarse con nosotros; debemos creer eso y obedecer, para ser restaurados cuando hemos caído. (Cap. 9)

G)    Después del arrepentimiento, buscarle y la obediencia: “y la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo. Y salió fuego delante de Jehová y consumió el holocausto…” (9:23 y 24)

H)    Dios nos da mandamientos, procurando que gocemos a plenitud en cada área de nuestra vida; todo le interesa y en todo nos quiere bendecir. (Sobre las normas de salud e higiénicas, Cap. 11).

I)       Él hace diferencia entre su pueblo y los demás con sus lineamientos. Protege nuestra integridad y nos indica las mejores costumbres y formas de llevar nuestra vida. (Cap. 12)

J)      Buscar las leyes de Dios; en ellas Él nos dota de sabiduría, y estaremos limpios y listos para su servicio. El conoce mejor que cualquier ciencia o doctrina humana aquello que necesitamos y que nos beneficia. (Caps. 13, 14 y 15)

K)    Nuestro pecado, confesado y cubierto por la sangre y el sacrificio perfecto (de Jesús en nuestro caso), es mandado lejos y no volverá a nosotros, si permanecemos en su Ley. (Sobre la expiación, 16:21).

L)     Por tanto, guardareis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre vivirá en ellos.” (18:5)

M)  “Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseas en heredad” (20:24)

N)    “Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros…” (25:18)

O)    “Si anduviereis en mis decretos, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra (…) yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros (…) y pondré mi morada en medio de vosotros, y MI ALMA NO OS ABOMINARÁ, y andaré entre vosotros; y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.” (Promesas y bendiciones de andar en su ley 26:9, 11 y 12).

P)     “… y confesarán su iniquidad… entonces yo me acordaré de mi pacto…” (26:40 y 42)

Q)    “…y aún con todo esto… yo no LOS DESECHARÉ; NI LOS ABOMINARÉ PARA CONSUMIRLOS, invalidando mi pacto con ellos; por que yo JEHOVÁ SOY SU DIOS” (Promesa en medio de la maldición y vergüenza que acarrea la rebelión y la soberbia del pecador 26:44)


-         D E S A F Í O S –


A)    Buscar y entender sus mandamientos, para un genuino arrepentimiento, y después acudir al <sacrificio sin mancha> entregado en la cruz, para lavar nuestro pecado. (1:4-9).

B)    Entregar lo mejor, con corazón agradecido y confiando. (Cap. 2)

C)    Que nuestra vida esté en paz con Dios. (Cap. 3)

D)    “Luego que conociere su pecado que cometió, presentará por su ofrenda…” (Acudir de inmediato al perdón de Dios, 4:23)

E)     Debemos pedir perdón, individual y colectivamente, dependiendo nuestra falta. Esto asegura que hemos entendido y reprobado nuestra conducta (Cap. 4).

F)     Ofrendas de “expiación” y “holocausto”. Debemos pedir perdón, y después reconocerlo a Él como Señor. Esto nos hace vivir en su voluntad y no seguir pecando. (5:17).

G)    Continuo análisis, a la luz de su palabra, no según nosotros, para que su Espíritu nos muestre el pecado en nosotros, y podamos <cubrirlo> con el sacrificio y recibir perdón. (5:17)

H)    Arrepentimiento y el pedir perdón, deben acompañarse con una transformación en la conducta hacia los demás, a quienes hemos ofendido, además de la ofensa a Dios, y tratar de restituir el daño. (6:1-7)

I)       El buscar el perdón, también involucra actividad nuestra. Para los judíos: separar del ganado, escoger lo que está limpio, traerlo al altar, poner la mano sobre él, cortarlo, prepararlo, quemarlo, etc.

En nosotros: Hacer un análisis, pensar, arrepentimiento, comprensión de lo malo y lo bueno, ponernos a cuentas cada día, disponernos a ya no hacerlo más. Esto involucra el verdadero perdón, siempre sustentado en el sacrificio perfecto de Jesús.

J)      El hecho de hacer algo que Dios no nos ha mandado, disfrazándolo de piedad o falsa espiritualidad, trae juicio y maldición. Dios busca obediencia antes que cualquier otra cosa, y sumisión a Él. (Sobre el incidente del “fuego extraño” ofrecido por Nadab y Abiú. 10:1 y 2).

K)    Dios ya puso un camino, expresó la forma y modo de acercarnos a Él, delineó específicamente como buscarlo y como debemos relacionarnos con él. Intentar hacerlo a nuestra manera, ES REBELIÓN. (Sobre la actitud de Nadab y Abiú, hijos de Aarón. 10:1-3 y 6 al 7).

L)     “Y me seréis santos, por que Yo soy santo.” (11:43-47).

M)  Procuremos estar limpios y puros, a través de Jesús y nuestra fe en Él, en oración y humildad. (17:7)

N)    “… y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales han fornicado”. (17:7)

O)    La inmoralidad contamina al hombre, a la tierra misma y el nombre de Dios, disminuyendo el testimonio. No debemos practicarla en ninguna de sus formas. (Cap. 18)

P)     Necesidad de obedecer las leyes de Dios antes que las del mundo. Ser de Dios únicamente, demostrándolo con justicia ante el hombre. (Cap. 19)

Q)    Dios requiere lo mejor de nosotros para servirle, por que él lo ha puesto en nosotros. (Cap. 21).

R)    Dar honra y obediencia a Jehová, por lo que Él es, por lo que nos ha dado y por lo que ha hecho entre nosotros. Esto para que no nos olvidemos de sus maravillas y misericordia, y para testimonio ante aquellos que no creen. (Cap. 23)

S)     Su palabra, que es luz, está disponible “continuamente”. En todo momento podemos acudir a ella. (Sobre el aceite para las lámparas, 24:2).

T)     La desobediencia y el pecado, significan menospreciar su ley, en la cual ha puesto su carácter, su corazón. Por tanto, acarrea maldición. Debemos arrepentirnos y no continuar en “oposición” a Él. (Consecuencias de la desobediencia. Cap. 26:14-46).

U)    Cuando seamos quebrantados, no debemos endurecer más nuestro corazón. La actitud correcta es humillarnos, entender el propósito santo en el sufrimiento, y alcanzaremos misericordia. (26:23)

V)    Consagrar lo mejor a Dios. (Cap. 27).



JUEVES 18 DE NOVIEMBRE, 2010. M. VÍCTOR G.

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